SAN FELIPE (20/11/2024).- Detectives de la Brigada Investigadora de Robos (Biro) de la Policía de Investigaciones de Los Andes, por instrucción de la Fiscalía, quedaron a cargo de las diligencias orientadas a identificar y dar con el paradero de los delincuentes que robaron en la céntrica Joyería y Relojería “Donde Lalito”, ubicada en calle Salinas N° 1142, a media cuadra de la Plaza de Armas de San Felipe, huyendo con un botín superior a los $13 millones.
De acuerdo a los antecedentes policiales recabados por Los Andes Online y declaraciones del comerciante víctima a Radio Aconcagua, el ilícito fue cometido la noche del sábado por dos antisociales que accedieron por la parte posterior que da hacia locales comerciales que se encuentran en dicho sector, aparentemente por un estacionamiento o el Fortín Prat.
Los ladrones trataron de entrar en primera instancia a un negocio de venta de ropa y zapatillas, pero al no conseguirlo optaron por hacerlo a la joyería y relojería.
Con el uso de herramientas y la fuerza realizaron un forado en una pared, además de cortar candados de puertas, accediendo al interior del local a eso de las 22:30 horas donde comenzaron con el registro de las instalaciones y a vaciar las vitrinas, apoderándose de joyas de oro y plata, cadenas, pulseras y relojes de diferentes marcas que clientes habían dejado para reparación, además de sencillo de dinero que estaba guardado en una caja de fondo.
El actuar de los ladrones fue grabado por las cámaras del negocio, advirtiéndose en las imágenes que mantenían sus caras cubiertas y usaban guantes. Una vez con lo sustraído salieron alrededor de las 23:15 horas por el mismo lugar, dándose a la fuga por las propiedades contiguas.
Conforme a lo señalado por el dueño del local, Luis Eduardo Cárcamo, fue su hijo quien al revisar pasada la 1:00 de la madrugada del domingo en el celular las imágenes que van captando las cámaras, le llamó la atención que se encontraba abierta una puerta y de lo cual avisó a su padre.
Hizo presente el comerciante que generalmente la revisión se realiza en el horario en que se perpetró el delito, pero la noche del sábado no se efectuó por cuanto estaban viendo el certamen de Miss Universo y posteriormente se quedaron conversando.
Ante el hecho, el propietario y su hijo salieron raudamente desde su domicilio rumbo al negocio, los que al llegar y abrir comprobaron con amargura que le habían entrado a robar.
Debido a que con el apuro salieron sin teléfonos celulares, se acercó al guardia de la municipalidad a pedir ayuda y llamar a Carabineros, acudiendo una patrulla de la Segunda Comisaría que adoptaron el procedimiento policial y acogieron la denuncia.
También levantaron las imágenes captadas por las cámaras y realizaron las primeras diligencias, constatando los daños provocados en la pared, puertas y también en la techumbre, encontrando un par de guantes, un diablito y una batería chica.
Asimismo, se realizaron patrullajes en busca de los malhechores, pero no hubo resultados favorables.
El avalúo preliminar de lo sustraído lo realizó la víctima en un monto que bordeaba los $13.000.000; sin embargo, en posteriores revisiones comprobaron que también los antisociales se habían llevado alhajas que estaban guardadas y otras correspondientes a trabajos que habían encargado clientes para diciembre que estaban pagando en cuotas, incrementándose la cuantía del robo.
Posteriormente, el fiscal dispuso que la labor investigativa quedase a cargo de la Biro de la PDI, cuyos efectivos se hicieron presentes la mañana del lunes en el local comercial.
“Estamos cansados, trabajamos para que nos vengan a robar”
El dueño de la joyería y relojería dio a conocer que en junio de 2011 sufrió el primer robo y con el paso de los años ha tenido reiterados ilícitos, tanto consumados como frustrados, que les han dejado millonarias pérdidas en su local que es un emprendimiento familiar.
“Estamos cansados, trabajamos para que nos vengan a robar, eso es lo que molesta. Estos delitos te afectan mucho y cuesta pararse”, lamentó Cárcamo, indicando que gracias al apoyo de la familia “me da ánimo para seguir trabajando”.
Criticó que los ladrones tienen “todas las preferencias”, mientras que ellos deben trabajar día a día y pagar impuestos, afirmando que debido a los reiterados robos varios comerciantes están prefiriendo cerrar sus negocios en el centro de San Felipe.
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