LOS ANDES (26/11/2021).- Con los actos solemnes y un responso efectuados la tarde del jueves en el sector de Las Vizcachas y en el cuartel de calle Esmeralda, la Primera Compañía Bomba Andes y el Cuerpo de Bomberos de Los Andes-Calle Larga recodaron a sus cuatro mártires al haberse cumplido 34 años de la tragedia ocurrida en el río Aconcagua el 24 de noviembre de 1987.
Ese malogrado día perdieron la vida quienes eran miembros del Grupo de Especialidades de la compañía, el ayudante Guillermo Alfredo Muñoz Rojas, 28 años; el instructor de canotaje Gregorio Luciano Díaz Flores, de 34; y los bomberos Andrés Antonio Améstica Herrera y Carlos Alberto Rombado López, ambos de 19 años.
En las actividades participaron el superintendente Eladio Cortez, el primer y segundo comandantes Guillermo Fernández y Héctor Bustos; el director de la Primera Compañía, Augusto Vilches; oficiales y delegaciones de las seis compañías, el bombero honorario y uno de los sobrevivientes, Marcos Fernández; y familiares de las víctimas.
La Primera Compañía Bomba Andes había asumido la responsabilidad como operadores de rescate de personas, habiéndose preparado en diferentes técnicas para cumplir sus objetivos.
Ante la desesperada solicitud que hicieran a las autoridades locales la familia de un camionero que supuestamente días antes se había caído al río Colorado, motivó que los jóvenes integrantes de esa unidad concurrieran en un importante número al llamado de los oficiales, por lo que desde tempranas horas comenzaron a realizar las labores de rastreo y búsqueda por la ribera del rio Aconcagua.
Fueron cinco los valerosos bomberos que junto a su instructor de canotaje surcaron en una balsa las torrentosas aguas en una completa búsqueda por el lecho en el sector de Puntilla del Viento, ya que el lugar era inaccesible desde la carretera internacional.
Pero lamentablemente los voluntarios sufrieron un accidente al chocar la balsa contra una enorme roca que estaba cubierta por el agua, lo que hizo que volcara y salieran despedidos por los aires sus ocupantes.
No obstante, los bomberos Luis Mardones Mardones y Marcos Fernández Cortés lograron alcanzar la orilla ayudándose mutuamente y esperar la ayuda de lugareños sujetándose de las ramas de un sauce.
Fue así como el Aconcagua cobró la vida de cuatro valientes jóvenes andinos, cuyo espíritu de servicio al prójimo, forjado en varios de ellos desde la más temprana edad en la Brigada Infantil “Rafael Zelaya” de la Primera Compañía, los llevó a elevar sus almas hacia el Altísimo con el más sublime martirio que se entrega sirviendo a los demás.
Como es tradicional, las actividades se iniciaron pasadas las 18:30 horas en el Puente Viejo de Las Vizcachas, donde se dio lectura a la reseña de la tragedia y a las horas de vida de los cuatro mártires, para luego arrojarse ofrendas florales al rio.
Después se continuó en el memorial ubicado a un costado de la Ruta Internacional Los Andes-Mendoza, donde oficiales hicieron uso de la palabra, voluntarios procedieron al cambio de banderolas y fueron depositadas ofrendas florales.
Posteriormente se retornó al cuartel central en la ciudad de Los Andes donde hubo formación y se depositaron ofrendas florales en el monolito ubicado en el frontis de la Bomba Andes, finalizando con un responso que ofició el diácono Fidel Salgado en el patio de la Primera Compañía.
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