ACONCAGUA (12/07/2024).- A través de los peritajes como de las diversas diligencias desarrolladas la Fiscalía y la Policía de Investigaciones (PDI) lograron establecer las circunstancias en que se produjo el doble homicidio ocurrido en el sector de Curimón, comuna de San Felipe, hecho ocurrido la mañana del pasado lunes 1 de julio que dejó como saldo el fallecimiento de Luciano Francisco Contreras Cortés (21) y Claudio Francisco Figueroa Ortega (22) a consecuencias de las graves heridas sufridas al haber recibido impactos balísticos.
El subprefecto Hernán García Silva, jefe (s) de la Brigada de Homicidios de la PDI Los Andes (Ver foto ampliada), en entrevista exclusiva con Los Andes Online, se refirió al contexto en el que se produjeron los acontecimientos que tuvo el lamentable y fatal desenlace, donde ambos protagonistas tuvieron la condición de victimario y víctima, descartándose que haya sido por algún ajuste de cuentas como también que se haya visto involucrada otra persona, de lo cual hubo dudas en un primer momento.
Indicó que por medio de la investigación de la Fiscalía de San Felipe junto al Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) de la Fiscalía Regional, como las llevadas a cabo por oficiales, detectives y peritos de la BH Los Andes y del Laboratorio de Criminalística (LACRIM) de Valparaíso, se pudo determinar fehacientemente la dinámica de lo acontecido.
“Se realizaron diversas diligencias con la finalidad de poder establecer si existía la participación de una tercera persona involucrada, lo cual fue descartado; y con ello se determinó que los únicos relacionados en este hecho de sangre fueron las dos personas fallecidas”, recalcó.
Diferencias por rencillas anteriores
Las indagatorias dilucidaron que ambos jóvenes, de nacionalidad chilena, durante la noche del domingo 30 de junio y la madrugada del lunes 1 de julio estuvieron compartiendo e ingiriendo bebidas alcohólicas con un grupo de amigos en un cerro del sector de Curimón.
Durante este encuentro “surgen diferencias por rencillas anteriores y se genera una discusión entre ambos jóvenes, producto de lo cual uno de ellos (Claudio Figueroa) extrae de entre sus vestimentas un cortaplumas con el que le ocasiona dos heridas cortopunzantes leves en la zona del omóplato izquierdo al otro (Luciano Contreras). Esto motiva a que este último se ofusque, se retire del lugar y se dirija a su domicilio a buscar una escopeta”.
Agregó el oficial que en el trayecto el altercado continuó de manera virtual a través de sus teléfonos celulares.
Ya en la mañana, alrededor de las 6:30 horas, ambos jóvenes se encontraron en la plazoleta de la Villa Valle Curimón, aledaña a la multicancha, lugar en donde se enfrentan y efectúan los disparos mutuos.
Fue así que Luciano Contreras percutó un disparo de escopeta a corta distancia a Claudio Figueroa “quien recibe el impacto por proyectil múltiple en la región de la ingle derecha, provocándole graves lesiones al dañar la arteria femoral; el que a su vez dispara con una pistola a su oponente en tres ocasiones, impactándole una de las balas que le atraviesa la parte media del tórax y le provoca la muerte en el lugar por un desgarro del corazón”.
Al escuchar los disparos vecinos salieron a ver qué había pasado, hallando a uno herido y a otro sin vida, dando aviso a parientes de ambos jóvenes y también llamaron al Samu como a Carabineros.
“Familiares suben a una camioneta al herido (Claudio Figueroa) trasladándolo hacia el hospital y en el trayecto se encuentran con la ambulancia a la que es transbordado, donde lo asisten los paramédicos y es llevado hasta el Servicio de Urgencia del Hospital San Camilo, donde continuó su atención médica”.
En el intertanto efectivos de la policía uniformada confirman el deceso del otro joven en la plazoleta, dándose cuenta de lo acontecido y consecuencias al fiscal de flagrancias.
Horas después desde el centro asistencial se informó a Carabineros que la persona que había sido ingresada y que era atendida por el equipo médico dejó de existir por un shock hipovolémico.
Tras ello se dispuso la concurrencia de la Brigada de Homicidios de la PDI Los Andes y del Lacrim de Valparaíso, iniciando diligencias tanto en la Villa Valle Curimón como en el Hospital de San Felipe, en coordinación con la Fiscalía y funcionarios del ECOH.
Armas perdidas
En cuanto a las armas de fuego empleadas, el subprefecto García reveló que estas no fueron encontradas en el lugar y agregó que con la evidencia levantada en el sitio del suceso se pudo determinar los tipos de armamentos, correspondiendo a un cartucho de escopeta como también vainillas y ojiva de una pistola calibre 40 milímetros.
“Al momento en que se les presta asistencia a los heridos las armas se pierden, por lo que hasta ahora no podemos determinar qué pasó con éstas y necesitamos recuperarlas para así saber si son originales, modificadas o artesanales (hechizas)”, razón por la cual prosiguen las diligencias con la intención de poder recuperarlas.
Por ello, el jefe (s) de la Brigada de Homicidios solicitó aportar cualquier antecedente de su paradero a la PDI en forma directa a la Prefectura Provincial Los Andes, en el cuartel de San Felipe o informar al nivel 134, ya sea quienes las tomaron, escondieron o mantengan.
“Es imperioso recuperarlas para la tranquilidad de la familia que siempre quiere saber cómo sucedieron los hechos y para la seguridad de la comunidad, por cuanto hay dos armas que están dando vueltas en manos de personas que no debieran tenerlas y para esclarecer totalmente la dinámica de los hechos investigados”, enfatizó.
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