SAN FELIPE (10/07/2024).- Con lesiones en su cabeza, hematomas en el rostro y extremidades resultó un delincuente habitual que fue reducido a golpes por un adulto mayor, dueño de la casa a la que había ingresado a robar.
Conforme a los antecedentes policiales obtenidos por Los Andes Online, el maleante ingresó mediante escalamiento hasta la casa ubicada en la calle México de la comuna de San Felipe y comenzó recorrer el patio para sustraer especies.
El dueño de casa, un jubilado de 74 años, al sentir ruido decidió salir para saber que estaba pasando, ya que en días anteriores había sido víctima de robos.
El propietario bajó al primer piso del inmueble y luego salió a revisar al patio sin encontrar a nadie.
Sin embargo, al ingresar nuevamente a la casa sorprendió al ladrón oculto bajo la caja de escaleras, confrontándolo e iniciando un forcejeo con este.
Pese a su avanzada edad, el adulto mayor tomó un elemento contundente y punta de golpes en la cabeza, brazos y piernas redujo al malviviente hasta dejarlo medio aturdido.
Posteriormente llamó a Carabineros, concurriendo personal de la Segunda Comisaría quienes apresaron al machucado ladrón y los trasladaron hasta el servicio de urgencias del hospital San Camilo donde tuvieron que colocarle ocho puntos de sutura en la cabeza producto de la golpiza recibida.
El antisocial fue identificado como J.A.M.M. de 28 años, alias “El Coquito”, quien mantiene antecedentes por diversos delitos.
Cabe recordar que el “Coquito” había sido detenido a fines del mes de abril de este año cuando fue sorprendido por vecinos tratando de robar especies de un vehículo estacionado en calle Condell, en pleno centro de la ciudad, recibiendo también una dura paliza a manos de sus captores.
El hampón fue puesto a disposición del Juzgado de Garantía de San Felipe donde el fiscal Eduardo Fajardo de la Cuba lo formalizó por robo en lugar habitado en grado de consumado.
El representante del Ministerio Público pidió aplicar la cautelar de prisión preventiva por la gravedad del delito, la alta pena asignada a este y su extenso prontuario.
Los antecedentes entregados el ente persecutor fueron suficientes para que el magistrado Bernardo Bustamante Velozo considerara su libertad como un peligro para la seguridad de la sociedad, decretando su ingreso a la cárcel de San Felipe.
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