Este 7 de abril conmemoramos una nueva fecha del natalicio de Gabriela Mistral y a propósito del debate público respecto de su figura por estos días, no podemos dejar de relevar el legado de nuestra gran educadora, en especial este año en que celebramos el aniversario 80 de la entrega de su Premio Nobel de Literatura.
En Gabriela Mistral se conjugan una visión transformadora sobre el lugar de la mujer en la sociedad, con su férreo compromiso con la educación como motor de oportunidades y libertad. En una época en que el acceso a la educación superior era un privilegio casi exclusivo de los hombres, Mistral abogó por la igualdad de oportunidades y demostró con su propia vida, que las mujeres podían liderar en el ámbito intelectual, cultural y social. Su visión ha rendido frutos. De acuerdo con el informe de matrículas 2024 del SIES, las mujeres representan un 53% de la matrícula de educación superior en el país. Sin embargo, aún persisten brechas de género en carreras STEM, subrepresentación en puestos de liderazgo académico y barreras para conciliar estudios con responsabilidades familiares, entre otros desafíos que debemos seguir enfrentando.
Mistral veía en la educación un espacio clave para que las mujeres alcanzaran autonomía y desarrollaran sus capacidades intelectuales. Creía que el acceso a la educación les permitiría romper con los roles tradicionales y participar activamente en la vida pública, cultural y profesional. Y si bien hemos avanzado en acceso a la educación, aún tenemos mucho espacio para trabajar en relevar el aporte y rol de la mujer en ámbitos de liderazgo empresarial, institucional, político, social, cultural, etc. Como muestra el V Reporte de Indicadores de Género en las Empresas en Chile, las mujeres representan sólo el 15,9% de la composición de los directorios de las empresas y allí la educación superior tiene rol que desempeñar.
Asimismo, en un contexto de avances tecnológicos como el de nuestros tiempos, podemos volver también al pensamiento de Mistral, quien en su época promovió activamente el uso de tecnologías emergentes -como la fotografía- para democratizar el conocimiento y enriquecer el aprendizaje. Las tecnologías y la innovación educativa nos permiten brindar más y mejores oportunidades de educación y preparación, para que las mujeres alcancen puestos de liderazgo en las distintas esferas de la vida social y pública. Las instituciones de educación superior debemos abrazar esta visión y trabajar en modelos de lifelong learning para contribuir abriendo más puestos de liderazgo a las mujeres en la sociedad.
La mejor forma de celebrar su cumpleaños es realzar la figura de Gabriela Mistral e invitar a todos a honrar su legado. No es de interés público ahondar en su vida privada, sino que el foco debe estar puesto en su obra y promoción de una educación más inclusiva, equitativa y transformadora, y que todos continuemos avanzando en nuevas y mayores oportunidades de liderazgo para la mujer, en todas las esferas de la sociedad, tal como lo hizo esta gran mujer.
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