Aunque ambos candidatos mencionan seguridad y reactivación económica, sigue faltando un abordaje integral a los desafíos del comercio formal, sector clave para la competitividad, el empleo y la recaudación. Persisten problemas como la lentitud en la permisología, el avance del comercio informal —incluido el digital, que alcanzó US$292 millones el último trimestre— y la ausencia de medidas operativas para fortalecer los barrios comerciales.
Valoramos la disposición de los comandos a recoger inquietudes del sector, pero se requieren definiciones específicas: cómo agilizarán permisos que retrasan aperturas y proyectos; qué mecanismos impulsarán para enfrentar la informalidad en canales digitales, que ya representa un 8,6% de las transacciones online; y cómo se financiarán acciones que permitan continuidad operativa y mayor protección en los entornos comerciales.
Proponemos avanzar en la fiscalización sostenida del comercio informal, con metas verificables y coordinación formal entre municipios, SII y Carabineros. En el ámbito digital, consideramos prioritario un registro obligatorio de vendedores en plataformas, con validación de identidad, trazabilidad y obligaciones básicas de cumplimiento para nivelar la cancha frente a quienes operan al margen de la normativa.
De cara a la segunda vuelta, invitamos a ambos candidatos a detallar sus planes en estas materias. Como representantes del comercio formal, reiteramos nuestra disposición a aportar propuestas y contribuir a programas aplicables, medibles y sostenibles.
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