La reciente coordinación de autoridades para restringir el acceso a plataformas de juego en línea refleja una preocupación legítima: ordenar un mercado que hoy opera sin regulación ni control efectivo. Según el informe de Yield Sec publicado este año y destacado por los medios nacionales, el juego online en Chile generó alrededor de US$3.100 millones de ingresos solo en 2024. Si se aplicaran los mismos criterios impositivos que en Europa, esto podría generar hasta US$775 millones en impuestos al año, si el mercado estuviera regulado y controlado de manera efectiva.
Sin embargo, bloquear sitios no basta. Las plataformas no reguladas migran de dominio, cambian de marca y utilizan redes sociales y publicidad digital para seguir operando. La verdadera fiscalización requiere inteligencia de datos, trazabilidad publicitaria y monitoreo continuo que permita comprender el mercado y anticiparse a su evolución.
Chile tiene hoy la oportunidad de avanzar hacia una fiscalización inteligente, basada en evidencia y tecnología, que proteja a los consumidores, fortalezca las instituciones y capture los beneficios económicos de un mercado moderno y transparente.