La congestión vial que existe en horas pick en las vías de acceso entre las comunas de la provincia ha hecho crisis, no solo en el aspecto económico y de movilidad sino que se ha constituido en una grave amenaza a la salud mental de los habitantes de la provincia. En efecto, dichos atochamientos tiene un parecido con la crisis que vivió la comuna en los años 70 y 80 con la proliferación de camiones en el radio urbano y que solo se resolvió con la habilitación del Puerto Terrestre de El Sauce . Ya no se trata sólo de pérdidas de tiempo en los desplazamientos, que podría tener efectos económicos derivados del consumo de combustible, sino que se vincula también con una serie de variables tales como el aumento de la contaminación ambiental y acústica. Sin embargo, creemos que más grave es aún, la grave crisis sanitaria que se puede llegar a producir en la salud mental de las personas, cuyas consecuencias no se han medido adecuadamente.
Cabe señalar que ello un proceso que ha afectado otras zonas del país. Es el caso del Gran Valparaíso, el que fue objeto del estudio denominado “Efectos de la movilidad urbana en la salud mental. El caso de Valparaíso Metropolitano, Chile”, cuyo autor es Patricia Lorena Castañeda, de la Universidad de Valparaíso. Dicho estudio analizó los efectos de la congestión vial del transporte público en el Gran Valparaíso, que nos atrevemos a comparar con la grave congestión vial que se producen al momento del ingreso y salida entre la capital provincial y las comunas. En éste se identifican elementos que guardan cierta similitud con el caso de la provincia de Los Andes, referidos a la movilidad urbana y su efecto en la salud de las personas, a partir de los siguientes factores biológicos y psicosociales interrelacionados:
1- La contaminación del aire afecta en forma directa al organismo, con especial atención en el sistema respiratorio.
2- La contaminación acústica ocasiona estrés, trastornos del sueño, alteraciones en la audición y enfermedades crónicas en el largo plazo
3- Los extensos tiempos de viaje ocasionados por atochamientos de tránsito y por alta segregación espacial de las ciudades influye negativamente sobre la actividad física y la vida activa generando sedentarismo, importante factor de riesgo asociado a obesidad, enfermedades cardiovasculares y a efectos negativos sobre la respuesta inmunológica.
4- Las islas de calor producidas por el desprendimiento del calor absorbido por el asfalto, el pavimento y el hormigón, provoca incrementos en las temperaturas medias de las urbes, que en ocasiones pueden alcanzar un aumento promedio de diez grados; ocasionando deshidratación y trastornos del sueño que afectan especialmente a la población infantil, la población mayor y a pacientes crónicos.
5- El uso preferente de las vías urbanas por parte del transporte motorizado público y privado, afecta las oportunidades de desplazamiento de peatones, ciclistas y población usuaria de vehículos de movilidad personal eléctricos, dificulta la interacción social y el acceso seguro a áreas verdes y espacios públicos orientados al desarrollo de actividades de ocio, reduce la independencia y funcionalidad de algunos colectivos, especialmente de la población infantil, la población en situación de dismovilidad y la población mayor.
6- Los accidentes de tránsito por causas humanas, mecánicas, tecnológicas o de infraestructura vial ocasionan muertes, heridos graves y secuelas físicas y psicológicas que impactan severamente en los recursos y prioridades de los sistemas sanitarios nacionales.
Ello nos lleva a concluir que es urgente levantar un estudio que determine en el caso concreto de la provincia de Los Andes, de qué manera la población de nuestras comunas está siendo afectada en su salud mental por la congestión, lo que serviría de justificación a la pronta ejecución de diversos proyecto que se requieren para aliviar dicha congestión vial: el nuevo Puente sobre el Río Aconcagua, la ejecución de los dos avenidas de circunvalación urbana de Los Andes que están consideradas en el Plan Regulador, la avenida borde río, la ejecución de una red provincial de ciclovías, la suspensión definitiva de parqueaderos de camiones dentro del radio urbano de la comuna -lo que está prohibido según el plan regulador pero que no se sanciona por la autoridad municipal- y el diseño de la nueva avenida Santa María-Auco por el centro del valle. No contar con los recursos para su pronta ejecución, será una nueva evidencia de la inequidad y centralismo que existe en la distribución por el Estado de recursos necesarios para invertir en la infraestructura vial que requiere la provincia versus las millonarias inversiones que se hacen en Santiago para ampliar la red del Metro, cuyas tarifas están siendo subvencionadas con los impuestos que pagamos todos los chilenos, centralismo nacional que el mundo político aún no se ha atrevido a romper.
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