LOS ANDES (21/05/2023).- Autoridades, instituciones y familiares participaron en el sentido homenaje a los héroes andinos que tripulaban la corbeta Esmeralda en el Combate Naval de Iquique, tres de los cuales ofrendaron sus vidas y uno de ellos sobrevivió, que con motivo de la conmemoración este 21 de mayo del 144° aniversario de la gesta heroica y del Día de las Glorias Navales se llevó a efecto en el Mausoleo de los Héroes del 79 en el Cementerio Parroquial de Los Andes.
La tradicional ceremonia que se realiza cada año se efectuó al mediodía del viernes posterior al acto y desfile de honor al capitán de fragata Arturo Prat Chacón y sus camaradas de arma que tuvo lugar en la plaza que lleva el nombre del prócer en el barrio Centenario.
Encabezaron la actividad el alcalde Manuel Rivera y el teniente 1° de la Reserva Naval, Antonio Fica Salgado, participando la consejera regional María Victoria Rodríguez, los concejales Juan Montenegro y Mario Méndez, oficiales del Destacamento de Montaña N° 3 Yungay y la Escuela de Montaña, la banda instrumental de la Guarnición Militar, integrantes del Círculo en Retiro de las Fuerzas Armadas, directivos de la Junta de Vecinos de Centenario, el obispo diocesano Gonzalo Bravo, descendientes directos de los héroes navales andinos e invitados.
En la oportunidad hubo alocuciones y un momento de oración, además de depositarse en el frontis del mausoleo una ofrenda floral de la Armada de Chile.
Son cuatro andinos los aquel 21 de mayo de 1879 iban a bordo de la Esmeralda y que se les recuerda en esta fecha significativa.
Nicanor Navas Pérez: Soldado marinero. Llegó a Los Andes junto a sus padres siendo muy pequeño y, de acuerdo a su propio relato, en esa fecha se enroló en la Marina “cuando observo que venían comisiones que ‘enganchaban’ hombres para mandarlos al norte. Yo no sabía lo que significaba ‘enganche’, lo que sí sabía era que mi vida y mi sangre eran de mi Patria”. Fue el sobreviviente y que falleció a los 88 años.
Arsenio Canabes Miniño: Soldado marinero, de 22 años. Se le conoce como “El Marino Desconocido” como símbolo social. Se dice que junto al capitán Arturo Prat y al sargento 2° Juan Aldea saltó al Monitor Huáscar un marinero cuya identidad no se pudo establecer y que según los historiadores de la Guerra del Pacífico señalan que se trataría de este marinero.
Guillermo Serey Collante: Cocinero, de 23 años. Fue bautizado en la Parroquia Santa Rosa de Los Andes el 21 de junio de 1856. Su cadáver nunca apareció, posiblemente dada sus funciones bajo cubierta y pudo haberse hundido con la corbeta.
José Ramírez Urrutia: Carbonero, de 21 años. Nació en Pocuro el 28 de marzo de 1858 y fue bautizado en esa misma localidad. Al momento del Combate Naval tenía 21 años y probablemente la muerte lo sorprendió al estallar una de las calderas de la Esmeralda al inicio del enfrentamiento.
También se tiene conocimiento de otros combatientes andinos que igualmente merecen ser destacados, entre ellos Francisco Ordóñez Urbina, abanderado del Regimiento Aconcagua y que murió cuando lo traían de regreso a Chile producto de las heridas sufridas en Miraflores; y el doctor Luis Rosende Lopeandía y quienes descansan en una sepultura familiar.
Al referirse a la conmemoración de este día de las Glorias Navales, el teniente 1° de la Reserva Naval, Antonio Fica Salgado, quien estuvo presente en Los Andes con la delegación de la Armada, expresó que Chile entero recuerda con gran orgullo los hechos ocurridos en los dos combates navales de nuestra historia, “que hace ya 144 años confirmaron a través de sus valientes héroes la impronta del cumplimiento del deber total hasta el sacrificio máximo, del compromiso con la Patria y la realización de la tarea encomendada con voluntad, profesionalismo, ingenio e iniciativa”.
Agregó que fueron estremecedoras y sorprendentes las acciones realizadas por las dotaciones de la corbeta Esmeralda y de la cañonera Covadonga, “que la perspectiva con la que los chilenos observaban los sucesos derivados del conflicto bélico que nos enfrentaba a Bolivia y Perú, cambió sustancialmente a contar del momento en que comenzaron a tener conocimiento de los hechos acontecidos de los combates navales de Iquique y Punta Gruesa, que marcaron y generaron un cambio rotundo en el desarrollo posterior de la Guerra del Pacífico”.
Destacó que en Los Andes se recuerde particularmente “a los hijos de esta tierra que se inmolaron en aquella epopeya de gloria y victoria. Como chilenos nos sentimos orgullosos de esa historia que nos legaron nuestros valerosos antepasados, hechos que siempre debemos mantener vivos y llegado el momento emular para ser sus dignos herederos”, sostuvo.
Marcelo Navas Muñoz, familiar de Nicanor Navas, valoró la realización de esta ceremonia en homenaje a los héroes andinos. “Es bastante importante porque hay que conservar las tradiciones y seguir respetando a nuestros héroes nacionales y veteranos, para que no se pierdan y las futuras generaciones sepan de dónde vienen. Para mi esto es una pasión y respetar a mis padres, abuelos, bisabuelos y los ancestros, para saber el origen y hacia donde uno va a ir. Si no tenemos pasado, qué podemos hablar del futuro”.
También tuvo palabras para resaltar este momento Rosa Moraga Palma, nieta de José Palma Lagos y quien descansa en la bóveda de los Veteranos de la Guerra del 79 en el Cementerio de Quillota; y quien a su vez es primo del coronel Pedro Lagos Marchant, que llevó a cabo el asalto y toma del Morro de Arica.
“Mi abuelo hizo el Servicio Militar a los 13 años en la Escuela de Dragones y estuvo en la Guerra de Miraflores. Es linda la historia de Chile, pero no la saben enseñar en los colegios ahora, por eso hay que hablar de nuestros héroes para dar a conocer lo que hicieron y se entienda de dónde vienen nuestros ancestros. Me siento orgullosa de llevar la sangre de estos combatientes que lucharon por nuestro país, dejaron su legado y por ello todos nuestros héroes deben estar siempre en el corazón de los chilenos”, indicó.
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