LOS ANDES (14/03/2022).- A 3.854 metros de altura sobre el nivel del mar en el paso del Bermejo en plena cordillera y justo en la línea de la frontera de Chile y Argentina se erige majestuoso el monumento del Cristo Redentor de los Andes, simbólica obra a la paz entre ambas naciones que ayer domingo cumplió 118 años desde su inauguración.
Su construcción tuvo la connotación de conmemorar la superación pacífica al conflicto por temas limítrofes entre los dos países, ya que se estuvo muy cerca de llegar a un enfrentamiento bélico.
El Cristo Redentor mide casi 7 metros y pesa 4 toneladas. Con la mano izquierda sostiene la cruz de 7 metros de alto, apoyada sobre el hemisferio terrestre, y con la derecha imparte la bendición. La figura de Jesús se colocó de manera que mira siguiendo la línea del límite, en pie sobre la mitad de un globo terráqueo.
La altura del pedestal es de 6 metros, que fue construido de hormigón y acero laminado para poder soportar los fuertes vientos de la cordillera. En éste hay un altorrelieve en el que se aprecian dos damas con túnicas, que se abrazan y representan la unión de los dos pueblos, las que fueron inspiradas en los retratos de la primera dama de Chile, María Errázuriz Echaurren de Riesco, y de Ángela de Oliveira Cézar.
El origen de la iniciativa
Los acontecimientos históricos dan cuenta que a comienzos del Siglo XX, el Papa León XIII a través de cartas encíclicas rogó por un mundo de paz y armonía, junto con solicitar mayor devoción por el Cristo Redentor.
Considerando dicha petición y ante la inminente guerra entre Argentina y Chile, el obispo de San Juan de Cuyo, monseñor Marcolino del Carmelo Benavente, en 1900, se comprometió a realizar una colecta para levantar una estatua colosal al Cristo Redentor e instalarla en la cumbre de la Cordillera de los Andes, que recordara el mensaje de paz que Jesús había traído al mundo.
Con el paso del tiempo el prelado consiguió el bronce de antiguos cañones y encargó la realización de la obra al escultor Mateo Alonso, que una vez que fue terminada permaneció en exhibición en el patio del Colegio Lacordaire de la orden de los Dominicos, en Buenos Aires.
Originalmente se había estipulado su inauguración para el 20 de febrero de 1903, fecha que coincidía con los 25 años del pontificado de León XIII, sin embargo, esto se vio alterado por diversos acontecimientos.
La solución pacífica al conflicto entre Chile y Argentina se produjo el 28 de mayo de 1902 a través de los llamados “Pactos de Mayo”, dejándose en manos de la Corona Británica decidir por dónde pasaría el límite, para finalmente el 20 de noviembre del mismo año ambas naciones acataron lo determinado.
Las gestiones y el acuerdo para la instalación del monumento en el límite fronterizo
La estatua del Cristo continuaba en el Colegio Lacordaire, donde se reunía la Asociación de Madres Cristianas que presidía Ángela de Oliveira Cézar, quien consideró que, en atención a las nuevas circunstancias, sería una buena idea trasladarla al límite mismo de ambos países, en lo más alto de la Cordillera de los Andes, en caso de que firmaran la paz, como un símbolo de unión entre ambos países.
Esta propuesta la presentó al obispo de San Juan de Cuyo y quien la aceptó, por lo que inició las gestiones para convencer a las autoridades de las dos naciones.
Ángela de Oliveira Cézar era amiga del presidente Julio Argentino Roca y lo convención para que visitara el establecimiento educacional para ver la estatua, asistiendo también una delegación chilena.
En el encuentro los gobiernos de Argentina y Chile acordaron la instalación del monumento en el límite fronterizo, estableciéndose el 13 de marzo de 1904 como día de su inauguración.
Traslado de piezas y construcción
Después de una serie de gestiones, recibir apoyo y recursos, se determinó trasladar la figura a la provincia de Mendoza para luego ser subida y emplazada en el paso del Bermejo.
En 1904 las piezas de bronce del Cristo Redentor se transportaron 1.320 kilómetros por tren desde Buenos Aires hasta cerca del poblado de Las Cuevas, para posteriormente subirse a lomo de mula hasta la cumbre de la cordillera.
El 15 de febrero de ese año quedó terminado el pedestal de granito diseñado por el ingeniero mendocino Juan Molina Civit, construcción que estuvo a cargo del ingeniero Conti y en la que trabajaron alrededor de cien obreros. Por su parte, el escultor Mateo Alonso dirigió los trabajos de montaje de las piezas que forman el Cristo.
Grandiosa ceremonia inaugural
La mañana del 13 de marzo de 1904 llegaron por tren hasta Las Cuevas la comitiva argentina como las personas que iban a participar de la ceremonia, como corresponsales de distintos diarios, de las empresas de telégrafo Pacífico, Europea, Centro y Sud América, y gran cantidad de fotógrafos. Se calcula que presenciaron el acontecimiento cerca de 3 mil asistentes.
A las 9:00 horas hicieron cumbre las tropas del Ejército argentino y una hora después lo hicieron las tropas del Ejército chileno. Los militares argentinos se colocaron del lado chileno frente al Cristo y entonaron el Himno Nacional chileno; en tanto que los militares chilenos se colocaron del lado argentino interpretando el Himno Nacional del vecino país. Tras ello, los ejércitos de ambos países ejecutaron juntos las 21 salvas de reglamento.
A la ceremonia no pudieron asistir los presidentes argentino Julio Argentino Roca y el chileno Germán Riesco, pero sí lo hicieron los ministros de Relaciones Exteriores, Raimundo Silva Cruz, por Chile, y José Antonio Terry, por la Argentina.
También estuvieron presentes el arzobispo de Buenos Aires, Mariano Antonio Espinoza, los obispos Benavente de San Juan de Cuyo (Argentina) y Ramón Ángel Jara de San Carlos de Ancud (Chile).
Luego de develarse el Cristo Redentor se lanzaron 21 nuevas salvas. En tanto, en el pedestal se colocaron dos placas, una del Círculo de Obreros Católicos de Chile y otra fundida en los talleres del Arsenal de Guerra de Argentina, que fue también una obra de Mateo Alonso.
Después de varios discursos se celebró una misa y en la que el obispo Jara pronunció la frase que quedó en la historia, la que después fue grabada en una placa que se encuentra instalada en la base del monumento: “Se desplomarán primero estas montañas, antes que argentinos y chilenos rompan la paz jurada a los pies del Cristo Redentor". (Fotografía ceremonia de inauguración gentileza Museo Roca – Instituto de Investigaciones Históricas, Buenos Aires, Argentina).
En todos estos años han sido miles de personas las que han visitado y continúan llegando hasta este simbólico e imponente monumento, desde niños hasta adultos mayores, autoridades, viajeros, deportistas, integrantes de diversas instituciones y agrupaciones, que provienen de diversos países, entre muchos visitantes, realizándose también distintas actividades.
Ceremonia por los 100 años de la inauguración
Cabe recordar que el 13 de marzo de 2004 se llevó a efecto la ceremonia con motivo de los 100 años de la inauguración del Cristo Redentor de los Andes, la que fue encabezada por los Presidentes Néstor Kirchner, de Argentina, y Ricardo Lagos, de Chile (Ver foto ampliada); junto a los nuncios apostólicos, ejércitos, diversas autoridades nacionales, regionales y locales e invitados de ambos países.
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