LOS ANDES (24/06/2020).- En época de pandemia, la higiene de los espacios donde se desenvuelven los equipos de salud es fundamental. Esta es la importante labor que realiza en Cesfam Centenario tanto el equipo de auxiliares de aseo como los encargados de REAS, o residuos especiales, en este caso todos los implementos que se utilizan para la toma de test PCR en pacientes sospechosos de Covid-19.
Los equipos velan por la limpieza de todo el centro de salud, trabajando con las medidas de prevención como el uso de guantes y mascarilla para la seguridad de funcionarios y pacientes. Cumplen funciones claves para contar con un cesfam sanitizado y desinfectado, preocupándose de que las condiciones sean óptimas para desarrollar con seguridad las actividades diarias del establecimiento.
Amelia González, auxiliar de aseo, detalla que sus funciones de limpieza abarcan todas las dependencias de cesfam, incluyendo el acceso, patios, SAPU, baños y otros. A diario siente el temor de contagiarse: “me da miedo porque tengo a mi marido enfermo, él me dice ‘ten cuidado, no te vayas a contagiar’. Mis hijos también me dicen mami cuídese mucho… pero tengo fe de que no nos vamos a contagiar, respetando todas las medidas de precaución y usando todos los implementos que nos dan en cesfam”.
Manejo de residuos peligrosos
En promedio, en Cesfam Centenario se toman 25 muestras de PCR a pacientes con sospecha de contagio de Covid-19. Cada vez que llega un caso, se activan protocolos para la toma de muestra, otro para su traslado y un tercero para higienización y aseo terminal del box de aislamiento.
Jonathan Toro, encargado de REAS, explica su rutina: “se van sacando los materiales cada vez que ingresa un paciente. Una vez que se termina se hace una sanitización del box y yo estoy a cargo de sacar todo el material sucio de Covid que está dentro de los tachos amarillos, luego queda en una bodega donde se almacena todo el material sucio de esa índole y se retira por parte del Servicio de Salud Aconcagua”.
Usa doble mascarilla, tres pares de guantes, zapatos de seguridad, pechera, escudo facial, todo lo que sea necesario para resguardarse. “Siempre está la preocupación, en mi caso me preocupa lo que pueda pasar con mi familia”. Jonathan hace un llamado al autocuidado, ya que nadie está libre de contagio: “en términos generales los que más se descuidan son los jóvenes, y son los que más tienen que prevenir y pensar en sus papás, en sus abuelos, en los niños. Si no piensan en la integridad de las familias, ellos también se van a ver perjudicados”.
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