La Inteligencia Artificial Generativa (IAGen) se posiciona como un factor transformador del mercado laboral en Chile, según un estudio conjunto realizado por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial (CENIA), SOFOFA Capital Humano, SENCE, el Ministerio del Trabajo y Previsión Social, y la Universidad de Stanford. Este análisis revela un impacto significativo de esta tecnología en los 100 empleos más comunes del país, con un potencial de acelerar hasta el 48% de las tareas laborales, promoviendo una transición hacia mayor productividad y calidad laboral.
El estudio descompuso cada empleo en más de 200 mil tareas interdependientes, evaluando el potencial de la IAGen para reducir el tiempo de ejecución de las tareas sin comprometer su calidad. Los resultados destacan que empleos de alta tecnología lideran el potencial: desarrolladores de software y analistas de sistemas presentan una oportunidad de aceleración del 87% y 80%, respectivamente.
Docentes de enseñanza media y especialistas en administración de políticas públicas muestran también una alta susceptibilidad a la IAGen, con valores de 0.75 y 0.84.
Los sectores manuales son los menos afectados. Trabajos como operadores de maquinaria y pintores tienen una oportunidad de aceleración menor al 20%, reflejando la limitación actual de la tecnología en tareas físicas.
Según el informe, el 80% de los trabajadores en Chile se encuentran en empleos con una oportunidad de aceleración superior a 0.3, mientras que más de 1.2 millones de puestos de trabajo tienen un potencial de aceleración superior al 60%, lo que equivale al 12% del PIB del país.
El impacto económico de la IAGen se mide en el "Valor de la Oportunidad de Aceleración", el cual estima monetariamente el beneficio potencial de la implementación de la tecnología. Empleos como el de contadores, docentes y abogados destacan por su alta contribución al PIB a través de esta aceleración.
Además, el informe destaca una correlación positiva entre los empleos mejor remunerados y la susceptibilidad a la aceleración mediante IAGen, aunque también se observa un desafío en sectores con menor nivel de tecnología. Las mujeres presentan una mayor oportunidad de aceleración promedio en sus empleos, pero enfrentan menores salarios en comparación con sus pares masculinos, lo que enfatiza la necesidad de cerrar estas brechas.
El déficit proyectado de docentes en Chile podría mitigarse mediante la IAGen, aliviando cargas administrativas y liberando tiempo para la labor en aula. Los docentes de enseñanza media tienen un 75% de sus tareas susceptibles de ser aceleradas, mientras que los docentes de educación especial alcanzan un 70%.
Por otro lado, representando el 65% del empleo nacional, las pequeñas y medianas empresas pueden beneficiarse significativamente de herramientas que optimicen procesos repetitivos, como la gestión de inventarios, el análisis de datos y la atención al cliente. Los vendedores y asistentes de ventas tienen una oportunidad de aceleración del 70%, una cifra que resalta el impacto potencial en este sector clave.
Asimismo, con más de 215 mil trabajadores, la administración pública podría optimizar sus servicios y gestión mediante la incorporación de herramientas generativas. Especialistas en políticas públicas tienen un 84% de tareas que podrían ser aceleradas, particularmente en la generación de informes y el análisis de datos.
El estudio subraya la importancia de implementar estrategias efectivas que maximicen el potencial de la IAGen y mitiguen riesgos como el desplazamiento laboral. Propone comenzar con "ganancias rápidas" en empleos con alta oportunidad y facilidad de implementación, promoviendo un ecosistema colaborativo entre empresas, trabajadores y organismos públicos.
Asimismo, enfatiza la necesidad de capacitación en competencias digitales para trabajadores y trabajadoras, asegurando que puedan adaptarse y beneficiarse de estas tecnologías. La inversión en tecnologías complementarias y la reconfiguración de procesos también se mencionan como pasos clave para implementar la IAGen de manera efectiva.
La IAGen representa una herramienta poderosa para transformar el futuro laboral de Chile, incrementando la productividad y mejorando la calidad de vida de los trabajadores. Sin embargo, su éxito dependerá de cómo se gestionen las transiciones tecnológicas y se promueva la inclusión en el acceso a estas oportunidades.
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