Un grupo de periodistas de distintas visiones políticas se dieron un espacio común para reflexionar no sólo sobre las situaciones históricas de Chile en los últimos 50 años, sino también a cuestionarse qué deseamos dejar para las futuras generaciones. Entre anécdotas y experiencias profesionales, parte de los integrantes de la “Mesa de los Miércoles” participaron en un foro-debate académico, oportunidad en la que plantearon la necesidad de cultivar la amistad cívica en nuestro país y dejar las trincheras, tal como lo han vivenciado en esa instancia de conversación por más de 35 años.
Para Aristóteles la amistad cívica tiene componentes éticos, logra una mayor estabilidad y genera un clima de cooperación, solidaridad y convivencia armónica entre los ciudadanos. Los griegos usaron la noción de la homonoia para referirse a la concordia, una idea en la que subyace una mirada estratégica que permite resolver las legítimas diferencias y evitar la discordia.
Sin embargo, al preguntarnos ¿qué nos está pasando?, surge como respuesta posible que al parecer hemos cosificado peligrosamente las posturas antagónicas, dando paso a monólogos sordos que no se encuentran en un necesario diálogo, destinado a robustecer los espacios democráticos y producir una sana convivencia nacional.
Una mirada siempre lúcida para abordar estos desencuentros, la aporta el psicólogo, epistemólogo y biólogo suizo Jean Piaget, desde el desarrollo del pensamiento. Piaget pone especial atención en el “respeto”, un valor que implica reconocer y apreciar la dignidad del otro en toda su dimensión humana, pero también un ejercicio permanente de alteridad e inclusión.
Es de esperar que el ambiente dieciochero aporte a este imprescindible diálogo y, al igual que la práctica de esos connotados periodistas que componen la “Mesa de los Miércoles”, se exprese en el país una saludable pluralidad de voces, donde el respeto y la escucha activa nos permita construir un buen presente y un mejor futuro.
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