En una nueva conmemoración del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, quisiera expresar mi total reconocimiento para todas las mujeres de Los Andes, por lo cual les envío mi más sincero saludo con mucho respeto y admiración. Reciban un gran abrazo de fuerza y esperanza en esta fecha tan significativa para cada una de nosotras.
Como cada año que nos convocamos para relevar esta fecha llena de significado por la lucha para conseguir igualdad, participación y empoderamiento, es fundamental mencionar que la historia está llena de mujeres excepcionales que con determinación se atrevieron a impulsar los grandes cambios que hemos vivido a través del tiempo.
Nuestra capacidad y determinación para enfrentar los grandes desafíos nos llevan a recorrer el camino de nuestras antecesoras para continuar el rumbo que ellas forjaron para reivindicar nuestros derechos en una búsqueda constante de autonomía en todos los ámbitos de nuestra vida.
Hemos sido transformadoras en una sociedad donde cada logro nos ha costado un doble esfuerzo, en una cultura que muchas veces no reconoce nuestro protagonismo ni participación y con multiplicidad de roles a nuestras espaldas, no obstante aquí estamos, con la firme convicción que tenemos que liderar los cambios que se necesitan y que tanto merecemos.
Las mujeres queremos vivir seguras, con justicia, igualdad de oportunidades, dignidad y respeto, por eso la invitación es a seguir trabajando para conquistar nuestros derechos, ya que aún quedan espacios por abrir y aún falta camino por recorrer.
Nuestras demandas son centrales y de primer orden y la insistencia por luchar sigue escrita con tinta indeleble de esta historia que hemos construido, que comenzó hace siglos, con otras mujeres y que no termina con nosotras, porque se traspasa a las nuevas generaciones, con nuevas fuerzas.
En este nuevo Día Internacional de la Mujer es necesario reflexionar sobre los avances y desafíos pendientes en inclusión e igualdad de género, teniendo siempre en cuenta las amenazas que aún existen en contra de nuestros derechos, lo que nos obliga a estar muy alertas para no retroceder.
Las mujeres somos memoria y somos futuro, en un presente anunciando nuevas batallas que sabremos enfrentar, porque aún existe una deuda pendiente que solo se podrá saldar cuando cada una de nosotras sea reconocida como sujetas de derecho y podamos vivir en paz.
Sigamos ganando espacio en lugares donde hemos estado excluidas o en roles secundarios, para esto las invito a creer en nosotras y a enfrentar los desafíos con entereza y determinación.
Somos HISTORICAS…. Arriba Mujeres!
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