En Chile, las empresas han avanzado hacia un modelo de gestión más equitativo y con un sentido de corresponsabilidad en los cuidados. Datos recientes indican que cerca del 40% de la dotación total en muchas organizaciones corresponde a mujeres, lo que refleja el aumento de la presencia femenina en comparación con años anteriores.
Sin embargo, la participación femenina en puestos de alta responsabilidad aún es limitada, pues menos del 20% de los cargos directivos está ocupado por mujeres. Esto nos muestra que el desafío no solo radica en la contratación, sino también en garantizar igualdad de condiciones para el desarrollo de carrera.
En Bagrou, estamos convencidos de que la implementación de políticas integrales como: la flexibilidad horaria, programas de formación continua y un ambiente laboral inclusivo, permite que las mujeres puedan crecer profesionalmente. Además, hemos impulsado la incorporación de talento femenino en roles que antes eran ocupados mayoritariamente por hombres, al abrir espacios en áreas técnicas y posiciones de liderazgo.
La corresponsabilidad, por su parte, no se reduce a un beneficio individual, pues, impacta positivamente en la cultura organizacional y en la productividad, al permitir que las personas equilibren mejor sus responsabilidades familiares y profesionales. Asimismo, la incorporación de políticas de prevención y gestión ante casos de acoso laboral y sexual -que gran parte de las compañías chilenas han implementado- es clave para asegurar entornos de trabajo respetuosos y libres de violencia.
Estamos, sin duda, ante una oportunidad excepcional de crecimiento. Incluir la perspectiva de género no solo beneficia a las colaboradoras, sino que fortalece a todo el equipo, fomenta la innovación y propicia un liderazgo más diverso y empático. Por eso, la invitación es a que las empresas asuman este cambio como una inversión de largo plazo, algo fundamental para construir el futuro sostenible que todas y todos merecemos.
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