ACONCAGUA (11/02/2025).- Con el inicio de la temporada escolar, encontrar los mejores útiles y textos al menor costo se convierte en una prioridad para muchas familias, especialmente en el complejo contexto económico actual. En esta búsqueda, optar por textos piratas puede parecer una solución económica inmediata, pero trae consigo consecuencias negativas tanto para el aprendizaje de los estudiantes como para la industria editorial.
Un ejemplo claro del impacto de este problema lo encontramos en cifras alarmantes. En 2018, la PDI incautó 8 mil libros pirateados, muchos de ellos textos escolares que se comercializaban de manera ilegal. Este problema se ha intensificado con el tiempo; en marzo de 2023 se registró la mayor incautación de libros piratas en la historia de Chile, con 193 mil ejemplares decomisados en la conocida calle San Diego.
Estos materiales, aunque más baratos, suelen presentar serios inconvenientes: errores en los contenidos, páginas incompletas, y baja calidad en la impresión y encuadernación. Todo esto impacta directamente en la experiencia educativa de los estudiantes, limitando su aprendizaje y desarrollo.
Por eso, elegir textos originales no solo garantiza un contenido confiable y de alta calidad, sino que también contribuye a fortalecer la educación, respetar el trabajo editorial y combatir las prácticas ilegales que afectan tanto a la industria como a la sociedad en general.
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