SAN ESTEBAN (18/12/2024).- Con una conferencia acerca de la diferenciación de las mieles y la revisión de las colmenas se dio inicio a la temporada 2024-2025 del programa “Apicultura Comunitaria Colbún” en Camino Internacional, espacio donde nuevamente se dieron cita apicultores locales para profundizar el análisis físico-químicos de la miel y el fortalecimiento de las prácticas sostenibles.
La iniciativa, que cuenta con el apoyo de Colbún y el Programa de Desarrollo Local (Prodesal) de San Esteban, busca seguir promoviendo la apicultura responsable, el cuidado de los ecosistemas nativos y la diferenciación de mieles de San Esteban.
El programa ha permitido la instalación de colmenas en las centrales hidroeléctricas del Complejo Aconcagua de Colbún, en la cuenca del río del mismo nombre, creando un entorno propicio para la producción de mieles únicas gracias a la polinización en terrenos con flora nativa.
Este año, el programa se enfocará en mejorar la calidad de las mieles locales a través de análisis físico-químicos en profundidad, para obtener mieles diferenciadas que añadan valor a los productos de los apicultores y fortalezcan sus mercados.
Según Lucía Vilches, especialista ambiental de Colbún, los análisis realizados en las mieles de esta temporada mostraron que se trata de mieles poliflorales nativas, con una predominancia significativa de quillay como especie principal. "Los análisis fisicoquímicos han demostrado que estas mieles no sólo tienen una capacidad antibacteriana destacada, sino que también contienen compuestos antioxidantes como la crisina y el ácido siríngico, que son conocidos por sus propiedades que ayudan a retrasar el envejecimiento celular. Estas características, junto con la capacidad de las abejas para polinizar las plantas nativas, generan un impacto positivo tanto en la biodiversidad del territorio como en la diferenciación del producto”, explicó la experta.
En cuanto a su huella ambiental, el programa se enfoca en la producción de miel de calidad y en la preservación de los ecosistemas locales. Las colmenas ubicadas en los terrenos de Colbún favorecen la polinización de plantas nativas, lo que aumenta la biodiversidad en la zona. Vilches destacó la importancia de fortalecer las plantaciones de especies como el quillay, lo que beneficia tanto al ecosistema como a los apicultores, al generar un valor agregado para sus productos. “Este año, además, aumentamos las plantaciones de quillay y frangeles mediante una metodología innovadora que reduce el uso de riego, en donde cada planta se acompañó con una paleta de tuna en las casillas con la finalidad de para minimizar el uso agua y entregar nutrientes a cada planta”, agregó.
El programa también ha incentivado la implementación de envases sustentables para la miel, con el objetivo de reducir la huella ambiental de los productos y ofrecer a los consumidores una opción más ecológica. Además, cuentan con un código QR, donde cuentan todo el proceso de producción.
Un trabajo continuo de capacitación
Los apicultores locales también se han beneficiado de las capacitaciones continuas brindadas a través del programa, con el objetivo de mejorar tanto la calidad de sus productos como sus prácticas en la apicultura. Juana Muñoz, apicultora de la zona, comentó que "esta es una instancia maravillosa para aprender sobre la calidad de la miel. Nunca antes habíamos recibido tanta información y la capacitación ha sido excelente".
Gloria Montenegro, bióloga y académica de la Universidad Católica, compartió detalles sobre la capacitación impartida durante esta temporada, que incluyen trabajo de campo como análisis de laboratorio. "La capacitación que hemos realizado ha sido muy completa, trabajando directamente con los apicultores en el campo, revisando el estado de las colmenas y analizando la actividad biológica de las mieles. Los resultados han sido muy positivos, especialmente en las mieles de quillay, que presentan características únicas. Nuestro objetivo es que los apicultores puedan aprovechar estas características para mejorar el valor de sus productos", afirmó Montenegro.
Ivonne Moyano, apicultora de San Esteban, destacó la utilidad de las capacitaciones y la importancia del análisis constante de las mieles. "Es una actividad muy productiva, he aprendido mucho. Llevamos tres años trabajando con Colbún y hemos recibido capacitación constante, incluso con el análisis de nuestras mieles. Esta es una gran ayuda para nosotros, nos ha permitido mejorar nuestras prácticas y conocer más sobre los beneficios de nuestras mieles".
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