ACONCAGUA (29/06/201).- Aunque el foco sigue puesto en los casos diarios de contagios de pacientes con COVID-19, hay miles de personas ya recuperadas de la enfermedad, pero que quedaron con una serie de secuelas que requieren de tratamientos para recuperar el funcionamiento normal. Además de la medicina tradicional, cientos de pacientes han comenzado a tratarse también con las denominadas terapias complementarias. Una de ellas es la Terapia Neural, técnica médica que, con dosis muy bajas de anestésicos locales en regiones afectadas del cuerpo, permite restablecer su normal funcionamiento.
El doctor Igor Ríos, especialista en medicina regenerativa, indica a Los Andes Online que la Terapia Neural permite “neutralizar las irritaciones, volver al equilibrio y reestablecer el normal funcionamiento del sistema nervioso autónomo” y explica que estas irritaciones al sistema nervioso se pueden producir debido a cicatrices, intervenciones quirúrgicas, infecciones o estrés emocional, capaces de causar síntomas como dolor, alergias o desequilibrio hormonal y ente otros.
En el caso de los pacientes que tuvieron Covid-19, varios de ellos quedan con secuelas a nivel del sistema nervioso. El doctor Ríos explica que el Covid-19 “tiene mucha afinidad por los nervios, causando irritaciones y daños en ellos, lo cual puede afectar el funcionamiento normal del sistema inmunológico, respiratorio, vascular o renal”. Un ejemplo de ello, indica, es que muchos de los pacientes pierden el sentido del olfato o quedan con sensación de cansancio, fatiga y dificultad para respirar y es debido impacto que el virus tiene en el sistema nervioso.
“El Covid-19 al tener afinidad con el sistema nervioso, puede afectarlo y generar dolor. Con esta terapia lo que se busca es revertir la afección nerviosa y así evitar que persista el dolor”, recalca el especialista y explica que en estos casos “es como si hubiera un corto circuito a nivel del sistema nervioso y con la Terapia Neural lo que hacemos es revertir ese cortocircuito, neutralizando la irritación del nervio”.
Mejoría en el corto plazo
Una de las ventajas de la Terapia Neural es que los pacientes pueden sentir sus efectos de manera casi inmediata. El doctor Ríos explica que en los pacientes post COVID, se aplican inyecciones con pequeñas dosis de anestésico en puntos como a nivel de tórax, y de ser necesario en ganglios, como los ubicados en la zona cuello que agrupan muchos nervios y llevan información a órganos como el pulmón y el corazón.
“Las dosis que utilizamos de anestésicos no son para el bloqueo de nervios, lo que buscamos es neutralizar las irritaciones. El paciente puede sentir un alivio inmediato, pero a veces el organismo vuelve al cortocircuito nuevamente hasta que se van solucionando las zonas afectadas y eso puede requerir tres o cinco sesiones”, fundamenta.
En este sentido, agrega , “la cantidad de sesiones va a depender de la condición del paciente y de su patología. Por ejemplo, en adultos mayores y/o con factores de riesgos tales como diabetes, hipertensión, obesidad van a requerir mayor número de sesiones, además de cómo se encuentra su sistema inmunológico y respuesta regenerativa”.
Al igual que todas las terapias complementarias, esta debe ser recomendada por el médico tratante o por un especialista y no se recomienda para pacientes que tengan alergia a los anestésicos locales como la procaína o la lidocaína, que son los más utilizados; en pacientes con problemas de coagulación, en pacientes hipotensos o con insuficiencia cardíaca.
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