ACONCAGUA (27/03/2025).- El obispo de la Diócesis de San Felipe de Aconcagua, Gonzalo Bravo Álvarez, confirmó los cambios de sacerdotes que se producirá en parroquias de los Decanatos de Los Andes y San Felipe durante abril próximo una finalizada Semana Santa.
Mediante un comunicado publicado en su página web y redes sociales, el Obispado ha informado a la comunidad diocesana respecto a los trasladados de presbíteros.
En el documento se detalla que el padre Omar Orellana Manríquez dejará la Parroquia Nuestra Señora de La Asunción y asumirá como párroco de las parroquias San José Obrero de la comuna de Rinconada y San Francisco de la localidad de Curimón, comuna de San Felipe.
Por su parte, el padre Luis Felipe Vergara Vera dejará la Parroquia Nuestra Señora de Andacollo, de San Felipe, para asumir como párroco de la Parroquia Nuestra Señora de La Asunción en Los Andes.
En tanto, el padre Andrés Rodríguez Cataldo dejará las parroquias San José Obrero de Rinconada y San Francisco de Curimón, y asumirá como párroco de la Parroquia San Esteban Mártir de la comuna de San Esteban.
Finalmente, el padre Martín del Egido Alonso, quien ha estado en la Parroquia San Esteban Mártir vuelve junto a la comunidad de la Parroquia Santo Cristo de la Salud de los Padres Pasionistas.
Asimismo, se informó que la Parroquia Nuestra Señora de Andacollo de San Felipe quedará sin párroco por cuanto “será administrada ‘in solidum’ por la Unidad Pastoral de San Felipe, de acuerdo con los cánones 374§2 y 517, siendo el director de la cura pastoral el padre Fabián Castro Marchant. Al igual que en otras comunidades, la colaboración entre sacerdotes, diáconos y laicos será clave, tal como lo mandan los cánones 529 y 536”.
Respecto al inicio de los servicios pastorales de los sacerdotes en cada una de las parroquias se indicó que será después de Semana Santa y en fechas que se comunicarán oportunamente.
El obispo Gonzalo Bravo agradece de corazón “el servicio entregado por estos hermanos en las parroquias donde han estado hasta ahora. Pido a Dios que ellos sigan siendo servidores santos, prudentes y valientes, configurándose con Cristo, ‘dando testimonio constante de fidelidad y de amor’ (cfr. Prefacio de las Ordenaciones I)”.
Del mismo modo, imploró a las comunidades “que reciban a estos hermanos como sus pastores, que puedan acogerles sabiendo que van en nombre de Jesús, y que de modo sinodal logren ser testigos de esperanza, tal como nos lo pide el Papa Francisco en este año jubilar. Dios nos bendiga”.
En relación al padre Martín del Egido Alonso, expresó sus agradecimientos a Dios “por su servicio encomiable, disponibilidad misionera y talante sinodal en conducir la vida parroquial. Agradezco, del mismo modo, la disponibilidad de la Congregación Pasionista por permitirle ejercer tal encargo diocesano”, concluyó.
|
