Nuestra campaña a Consejero Regional no solamente debe consistir en promover una candidatura sino que debe ser considerado un espacio privilegiado de retroalimentación sobre los problemas que más agobian a nuestros vecinos y vecinas y de qué manera es posible abordar su solución, teniendo presente que en algunos de ellos recaen en las autoridades municipales mientras que otros son de responsabilidad del gobierno y sus ministerios. La inquietud de los vecinos se centran en temas como la crisis de la infraestructura vial y de conectividad intercomunal, la insuficiente capacidad de respuesta del sistema hospitalario de salud, la falta de proyección económica de la provincia, la inseguridad en los barrios y la emergente violencia escolar, la excesiva burocracia pública que afectan el surgimiento de emprendimientos y la creciente demanda habitacional no satisfecha. Muchos de estos problemas están interrelacionados y requieren soluciones integradas, por lo que esta ocasión solo nos referiremos a tres de ellos, .
Deficiente infraestructura vial. Los atochamientos vehiculares en los accesos a Los Andes desde las comunas, deja en evidencia que el Ministerio de la Vivienda y el MOP están en deuda con la provincia. Recién hace aproximadamente un año se están haciendo los estudios para un segundo puente entre San Esteban y Los Andes, cuya ejecución no será realidad hasta dos o tres años más. Es de esperar que no ocurra los mismo con el rediseño y semaforización de la rotonda de Av. Carlos Diaz, en que el MOP hace más de 30 años expropió las viviendas aledañas sin que haya avanzado un solo centímetro en ejecutar las obras. El desafío actual es la necesidad de que los cuatro municipios de la provincia actúen en forma coordinada e integrada con los Consejeros Regionales, parlamentarios y la sociedad civil para lograr que el Gobierno le dé prioridad a estos proyectos de interés común.
Sistema hospitalario insuficiente. La tesis de los años ochenta de dos hospitales con servicios complementarios ya no es eficiente, por lo que surge la necesidad de avanzar a la construcción de un Hospital Biprovincial en Aconcagua, destinando las actuales instalaciones a la atención primaria y como servicios de urgencia. Un hospital biprovincial permitirá un mejor uso de los recursos médicos y profesionales y una economía de escala en la provisión de equipamiento y de insumos médicos concentrando en un solo establecimiento la totalidad de las especialidades, dotando al personal médico mejores condiciones para su desempeño y desarrollo profesional.
Dicho proyecto debe resolver las falencias como la necesidad de más pabellones, la ampliación de las unidades UTI y UCI y la incorporación de nueva tecnología médica. Hoy quienes deben acudir al Hospital de Los Andes por una atención de urgencia, son testigos de la precariedad de espacio de la Sala de Espera , las largas horas que deben esperar para ser atendidos, la falta de personal médico en los turnos e incluso los escasos estacionamientos tanto para el personal y para quienes acuden al centro de salud, a pesar del esfuerzo que pone el personal por brindar la mejor atención posible. Este proyecto debe ser una prioridad de ambas provincias, especialmente por el crecimiento intercensal de la población provincial que se proyecta en un 13% para la comuna de Calle Larga y un 14% en el caso de la comuna de San Esteban.
Inseguridad en barrios y escuelas. Como provincia cercana a Santiago, existe la sensación que podríamos ser víctima de delitos asociados al crimen organizado. La demanda de seguridad en los barrios es percibido como un riesgo compartido por la provincia. Considerando que la delincuencia tiene como germen las incivilidades, es urgente establecer una alianza municipio-sociedad civil-policías para gestionar la inversión en mayor equipamiento para los servicios policiales conjuntamente con el desarrollo de acciones de inteligencia policial.
Cabe destacar que la delincuencia encuentra un espacio ideal en la falta de presencia del Estado y los Municipios en los barrios y poblaciones y en la la carencia de programas permanentes de acompañamiento preventivo para niños, niñas y adolescentes, quienes deben estar intelectualmente preparados para rechazar el flagelo de la violencia, la droga y la delincuencia. Peligrosa expresión de ello son los hechos de violencia ocurridos al interior de Liceos y Escuelas, que provocan riesgos a docentes y estudiantes. La delincuencia organizada atenta a los derechos humanos a vivir en paz, por lo que su combate es un desafía que compromete a toda la sociedad, evitando que seamos esclavos del temor. Este es un avance de esta provincia profunda que espera nuevos liderazgos que interpreten sus demandas más urgentes.
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