En el marco de la Semana de la Lactancia Materna, es un momento oportuno para reflexionar y compartir la importancia de la lactancia y el reconocimiento que las madres que la ejercen merecen en toda su diversidad. Desde mi perspectiva como matrona y especialista de la salud, he visto de cerca cómo la lactancia no solo entrega nutrientes vitales y fortalece el sistema inmunológico del bebé, sino que también fomenta un vínculo afectivo profundo entre madre e hijo.
El problema radica en que no todas las madres reciben el apoyo necesario. Muchas se enfrentan a diversos obstáculos, como la falta de espacios adecuados para amamantar, por ejemplo en el lugar de trabajo. Esto, además de la presión social y la falta de recursos, en otros casos. Es imperativo que cerremos esta brecha ofreciendo un apoyo inclusivo y accesible a través de la promoción de políticas que faciliten la lactancia, como horarios flexibles y espacios adecuados para amamantar o extraer leche.
Esta semana es también una instancia para celebrar la diversidad en las experiencias de lactancia. Cada mujer tiene su propia historia y desafíos, por lo que reconocer estas diferencias permite dar un apoyo más eficaz. Es importante instalar el tema y no pasar de largo, pues cada experiencia es valiosa y digna de respeto.
Hagamos un llamado a la acción para fortalecer nuestro apoyo a las madres lactantes en Chile y el mundo. Este acto de amor, fortaleza y dedicación merece atención y reconocimiento continuo.
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