El pasado 18 de diciembre, el matinal "Contigo en la Mañana" de Chilevisión, representado por su productora Macarena Leporati, accedió de manera voluntaria a retirar el contenido emitido en marzo de 2025, material que dio espacio a injurias graves, desinformación y acusaciones sin sustento, difundidas con amplificación televisiva y sin una investigación periodística seria previa.
No se trató de un error menor. Fueron dos notas y un móvil en vivo, donde se permitió la exposición de un relato construido para dañar mi imagen personal y profesional, luego de que yo denunciara públicamente —en redes sociales y ante Fiscalía— a personas desconocidas que durante meses incurrieron en acoso reiterado, amenazas de muerte y daños en mi hogar.
Lejos de investigar estos hechos, el programa optó por el camino fácil: el cahuín televisivo, la farándula disfrazada de denuncia y el uso irresponsable de la pantalla para amplificar un montaje, ignorando principios básicos como la veracidad, el contraste de fuentes y el derecho a defensa.
Las personas involucradas, en un intento por lavar su propia imagen, coordinaron un relato televisivo junto a una tercera persona.
A partir de ese hecho, se organizó un montaje mediático con el único objetivo de destruirme laboralmente, utilizando tanto un canal de televisión abierta como un medio digital que, de manera insistente y sin rigor periodístico, se ha prestado para blanquear la imagen de estas persona, publicando contenidos unilaterales, omitiendo antecedentes relevantes y replicando un relato falso como si se tratara de hechos comprobados.
Cuando algunos medios abandonan la ética
Este tema no tuvo eco en los medios locales del Valle de Aconcagua, precisamente porque no se prestaron para este tipo de operaciones, respetando la ética profesional y el valor de la verdad.
Sin embargo, resulta preocupante que ciertos medios digitales, amparados en la inmediatez y la falta de regulación efectiva, actúen como plataformas de defensa comunicacional, más cercanas a un lavado de imagen que al ejercicio del periodismo.
Los medios de comunicación no son jueces ni fiscales, pero tampoco agencias de relaciones públicas encubiertas.
Lo mínimo exigible antes de publicar acusaciones es ir a la fuente, verificar antecedentes y contar con respaldo legal. Cuando esto no ocurre, se incurre en injurias con publicidad, una falta grave que no se corrige simplemente bajando contenidos o editando titulares.
Aprovechamiento político y silenciamiento
Lo más preocupante fue el aprovechamiento político de esta situación, ya que una autoridad pública utilizó este montaje como un intento de silenciar a un medio digital independiente, incómodo por ejercer periodismo de investigación y evidenciar irregularidades.
Gracias a una resolución de Contraloría, quedó acreditado que no podían seguir discriminándome por ejercer mi labor periodística de manera veraz, sin exponer la vida privada de nadie, a diferencia de quienes faltaron a la verdad, extorsionaron públicamente con documentos parciales y difundieron acusaciones infundadas sobre mi persona.
La televisión atraviesa una profunda decadencia, pero también algunos medios electrónicos que operan sin códigos de ética, sin empatía y realizando alianzas comunicacionales con personas que dañan a colegas, incluso con querellas abiertas por fraude al fisco o formalizaciones por distintos delitos, normalizando malas prácticas que degradan el oficio.
El daño causado no se repara en silencio
El trabajo irresponsable del matinal "Contigo en la Mañana", sumado a la acción persistente de ciertos medios digitales, tuvo consecuencias reales:
– amenazas de secuestro y tortura,
– cancelación de contratos laborales,
– daño económico,
– y la interrupción de mi desarrollo profesional en la animación de eventos.
Por ello, no basta con retirar contenidos.
Cuando la injuria fue emitida en pantalla abierta y amplificada digitalmente, la rectificación debe realizarse con el mismo alcance, claridad y responsabilidad, idealmente en vivo y de manera pública.
Con la frente en alto declaro con total claridad que Constanza Alejandra Kreuzig Pizarro no tiene antecedentes, denuncias ni querellas.
Gracias al deporte, al amor por la vida y a convicciones firmes, seguí adelante y hoy continúo con más fuerza que nunca. Un pequeño grupo de personas no representa a los miles de andinos que conocen, respetan y valoran mi trabajo, iniciado en 2012 y consolidado en 2018 con la fundación de UP La Radio Chile, medio independiente de comunicación y publicidad.
Hago un llamado al equipo de "Contigo en la Mañana" y a todos los medios, incluidos los digitales, a comprometerse con la rigurosidad periodística, a no transformarse en cómplices de delitos con publicidad y a corroborar siempre las fuentes, especialmente cuando se trata de denuncias que afectan la honra y la vida laboral de una persona.
Confío en el trabajo de Fiscalía, que prontamente formalizará a las tres mujeres involucradas, quienes incluso en agosto de 2025 coordinaron una golpiza en calle Papudo con el objetivo de callar la verdad.
La verdad puede tardar, pero siempre termina saliendo a la luz.
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