ACONCAGUA (14/09/2025).- El vino no solo acompaña las Fiestas Patrias: es parte de la historia y la identidad de Chile. Desde la construcción de la chilenidad en el siglo XIX hasta el renacimiento del Carménère y la cepa País, hoy la vitivinicultura nacional ofrece diversidad y calidad únicas para celebrar. Expertos entregan claves para disfrutar maridajes perfectos este 18 de septiembre, sin perder de vista la importancia del consumo consciente y responsable.
“Desde la época colonial, el vino siempre ha estado presente como un ingrediente fundamental de la identidad criolla y republicana”, explica a Los Andes Online Claudio Broitman, director de Periodismo del Campus Creativo UNAB.
En esa historia, destaca un capítulo clave: el redescubrimiento del Carménère. “Chile fue el único país donde se conservó esta cepa tras la plaga que la extinguió en Europa en el siglo XIX. El hallazgo en los años 90 se transformó en un sello de identidad que, sin embargo, no hemos explotado lo suficiente como país”, agrega Broitman.
A este trasfondo histórico se suma el presente de una industria vitivinícola vibrante. Para Claudia Gacitúa, directora del Diplomado en Comunicación de Vinos UNAB, “Chile está viviendo un momento fascinante: hay vinos de altísima calidad reconocidos en el mundo, pero también pequeños proyectos de autor, cepas patrimoniales y propuestas innovadoras desde el norte hasta el sur. Consumir vino hoy es beber historia, cultura y paisaje, con una diversidad increíble para todos los gustos y bolsillos”.
Con este marco, aquí van cinco consejos para disfrutar del vino en estas Fiestas Patrias:
1. Empanadas y pastel de choclo: el Carménère como aliado perfecto Suave en taninos, con notas especiadas y un dejo de pimentón rojo, el Carménère armoniza con la complejidad de estos platos, que combinan condimentos salados con toques dulces de cebolla y choclo. “Es un maridaje que además refuerza la identidad chilena”, dice Gacitúa.
2. Asado y carnes rojas: un Cabernet Sauvignon con carácter Para cortes intensos o con grasa, el Cabernet Sauvignon del Maipo ofrece cuerpo, estructura y notas especiadas que se integran con los sabores ahumados de la parrilla. Su acidez limpia el paladar y equilibra la grasa de la carne.
3. Cepa país: frescura y tradición Ligero, con buena acidez y gran versatilidad, es ideal para platos más simples como prietas con papas o un charquicán. Además, recuerda el valor patrimonial de esta cepa, reconocida en el secano costero con la única denominación de origen vitivinícola de Chile.
4. Vinos blancos y espumosos: la frescura para abrir el apetito Sauvignon Blanc o Chardonnay frescos acompañan a la perfección ceviches o sopaipillas con pebre. Los espumantes, en tanto, aportan ligereza y burbujas que preparan el paladar y hacen más festivas las celebraciones.
5. Dulces y postres: el maridaje equilibrado Desde un Late Harvest de Sauvignon Blanc, con notas de miel y frutas tropicales, hasta espumantes demi-sec, los vinos dulces se disfrutan mejor con postres como tartaletas o leche asada, siempre buscando acidez que equilibre el azúcar.
Más allá del maridaje, los expertos coinciden en un punto: el vino expresa historia, territorio e identidad. Sin embargo, también es un producto que debe consumirse con responsabilidad. “El vino está en el centro de nuestra cultura, pero la verdadera celebración pasa por disfrutarlo con equilibrio y consciencia. La calidad de nuestros vinos permite acompañar una mesa diversa, siempre con moderación”, concluye Gacitúa.
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