El lamentable episodio difundido por las JJ.CC. en la que aparecen dos muñecos con los rostros de los candidatos presidenciales José Antonio Kast y Johannes Kaiser colgados de los tobillos en un paradero del transporte público, frente al Palacio de La Moneda, mostrando brazaletes con esvásticas nazis, ha logrado un repudio mayoritario de la ciudadanía. El propio ministro de justicia Jaime Gajardo, militante del PC, condenó el hecho y lo catalogó como “lamentable”.
Sin embargo, este no es un hecho aislado, sino que obedece a un accionar sistemático y casi permanente de un sector de la izquierda, el cual sigue reivindicando la violencia como arma de lucha política.
Este es un hecho preocupante, no sólo por la contingencia, sino que también y, sobre todo, por lo que pueda ocurrir luego de las elecciones presidenciales de fin de año, ya que no es descabellado suponer que esta misma izquierda seguirá y, tal vez, incrementará este uso sistemático de la violencia.
La izquierda ultra y anárquica ha demostrado no tener interés alguno en el bienestar del país, si este no pasa por que ellos estén en su conducción. Ya es raro que, participando del gobierno, no duden en sabotearlo y violentarlo si éste no se apega a sus intereses ideológicos.
Si el próximo gobierno es de derecha, como se supone será, no resulta difícil imaginar la “guerra” que se le avecina, las marchas, los paros, los frenazos legislativos, la violencia en los medios, un nuevo estallido criminal, etc… porque el principal interés de este sector, como ya lo ha explicitado, es refundar chile a imagen y semejanza de las dictaduras izquierdistas como la Venezuela, destruyendo toda la actual institucionalidad de nuestro país.
Ojalá todo el sector de la centro-derecha chilena, no sólo ChileVamos, sea capaz de unirse y poner por sobre sus intereses particulares, por muy legítimos que estos sean, el gran interés del país y los chilenos. Ojalá se logre un acuerdo parlamentario amplio (aunque parece muy difícil), para poder reordenar el país y dar respaldo efectivo y total a las policías en su batalla a la delincuencia y al crimen organizado, porque con el escenario que se vislumbra será relevante prepararse y lograr las mayorías parlamentarias necesarias para poder llevar adelante las medidas que permitirán que Chile vuelva a ser un país de paz, trabajo, orden y justicia eficaz.
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