Viernes, 18 de Octubre de 2024  
 
 

 
 
 
Cultura y ciencias

Costumbrismo Rural… La Rural, capítulo 1.

Crónicas de pueblo por Sergio Díaz Ramírez, Instagram @amanecerdelgallinero

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En el pensamiento ya camino por los corrales de La Rural, a tres días de la gran exposición de ganado que se realiza desde hace más de cien años en un predio de Palermo en Buenos Aires. Hace unas temporadas vi algunos rebaños, especialmente ovinos, en una feria de Bariloche, pero no eran las grandes ligas. Al fin podré ser parte de los andinos de antaño que lidiaban con los carros jaula y sus toros de 800 kilos en el transandino, que apiñados eran traídos desde las pampas, para mejorar nuestro ganado o en tránsito a Lima.  Ya queda poco, imagino que las cabañas de todos los rincones de Argentina estarán pronto a iniciar sus embarques para vivir la adrenalina del paseo y la estricta mirada del jurado.

No puedo dejar atrás a mi profesor de ganado de carne Sr. Eduardo Porte F., y sus vacunos Hereford, por allá en el predio de la universidad en Rinconada de Maipú, como tampoco sus juras de caballo chileno a lo largo y ancho de nuestro país. Voy por sus cariblancos y caballos percherones, aunque sé que no dejaré de obnubilarme con otras razas y sangres desconocidas. Ya siento ese perfume de campo, gritos de arreos gauchos, armonías folclóricas de Larralde y abrir o cerrar de tranqueras. Temprano dejo Los Andes, camino a Pudahuel, unos apuntes me acompañan y obviamente, la emoción a flor de piel.

A dos días de la inauguración, desde Santo Tomás de la Sierra, con mucha expectación baja desde el camión un toro Hereford de 1100 kilos, de la Cabaña Don Benjamín, categoría senior, el primero en ocupar los corrales centrales, Místico es su nombre, quien la temporada pasada con apenas un año y ocho meses, fue destacado como el tercer lugar macho de la raza. Largo tiempo ha pasado desde la llegada del ganado ibérico, cerruco y huesudo, cuando los hermanos brasileños Pedro y Escipión Goes, en el año 1555, llegan arreando 7 vacas y un toro, iniciando así la progenie de la pampa argentina. Sin lugar a duda, el ejemplar Místico va en ésta, la 136 versión de La Rural, por el champion o reservado, veremos qué pasa.

Sábado 20 de julio, el Uber ya ha llegado a la puerta del hotel, estamos sólo a 15 minutos de La Rural. Una rápida fila en la entrada y los corrales con ovinos nos reciben como en una gala, con las carpas propias de cada cabaña. Ese olor a suarda y heno me transporta a los campos patagónicos, donde un infinito balido inunda la pampa húmeda y fría. Ad hoc a la exposición, los tejidos de lana cruda y natural muestran una moda de alta costura, en elegantes pabellones, invitando a vestir sus prendas. Los corrales vecinos empiezan a mostrar distintas razas de bovinos, unos reproductores búfalos de gruesos cachos miran, sabedores de una dominancia que le chorrea por los poros. Ya me inquieto al no observar los toros Hereford, y mi búsqueda de Místico se ha iniciado en el gran campo de Palermo.

A la salida del galpón de entrada, una brisa fría da señas de una posible lluvia, atmósfera que en nada interfiere con la admiración de una organización de nivel único. El sonido de la pista central da cuenta que se debe asistir e instalarse, en las señeras tribunas, para ver el accionar de los jueces y muestra equina, de unos incomparables cuarto de milla, appaloosa, petisos y percherones. Debo hacer un paréntesis y reconocer que me ha acompañado mi mujer , quien acertó con el primer lugar de la exposición del cuarto de milla, una yegua de capa grafito, mientras que yo me quedé con el último.  Más tarde el reservado de los percherones, en algo mitigó mi prestigio. La lluvia comenzaba a pegar fuerte y también el hambre, unos buenos fogones del Barreto, temperaron el cuerpo y calmaron las tripas.

Preguntas y más preguntas nos llevaban irremediablemente entre pabellones, maquinarias, artesanías y expositores, al galpón amarillo, dónde debería estar Místico, una meta seguida desde mi salida de Chile. Al fin aparecían los toros Hereford, la cabaña Don Benjamín y Saldungaray como origen, pequeña localidad del sudoeste de Buenos Aires. Matías Gonzales, un joven gaucho, amansador de caballos criollos, lo cuidaba en el corral. Una rápida conversación e intercambio de direcciones de redes sociales, nos hacía entrar en detalles de ese increíble ejemplar, que no me dejaba hilvanar preguntas acertadas. Era una meta conocerlo, pero fue mucho más que eso, una emoción, una palmada en el tungo, un ruedo por su corral y las sensaciones descritas por Matías, que me transportaron a las desconocidas, hasta ahora, sierras de la Ventana y Pilla Huincó.

Otro día en La Rural, un domingo con la feria atestada de visitantes y engalanada de pilchas gauchas, vistiendo sus caballos de trabajo, con aperos de plata, ponchos tradicionales y artistas costumbristas animando la pista central. La escena primera imaginaba los años del 1800, cuando las carretas eran dueñas de las rutas, elegantes cocheros, ganaderos pamperos, hombres y mujeres, de largos años, hábiles en la rienda, orgullosos de sus coches y cómplices de caballos de tranco real. Imposible no haber deseado vivir en esa época, pero al menos existen los rastros, que nos permiten sentir el ruido de los cascos sobre los adoquines, ver los rayos de madera y color, como caleidoscopios que mágicamente llevan la mente a una belleza en constante evolución.

Como nunca el museo del gaucho, comulga con lo que ocurre en la pista, innumerables tipos de jáquimas y renderos, frenos, maneas y chicoteras. A la usanza de la pulpería, un curvo muro ambienta la sala de soguería y otra de platería, oficios gauchescos desde siglos pasados. Cuentan que Anastasio El Pollo, “se adentró suavecito en una pulpería, una vez en el lomo del mostrador, se subió junto al lector y cabalgó su versada”. No me olvido de Matías Gonzales y el toro Místico, esa misma tarde me habló de sus cuidados, paseos y pensamientos, pues si el champion vienen a buscar, a de ser como yunta mansa, como rey de los bramidos o escarbadas en barros malos. Faltan 4 días para jurar la categoría de hereford y veremos quien pasa.

Se viene capítulo 2, sigue La Rural, salpicada con Santelmo y otros mates…

 


 
 
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