Viernes, 19 de Abril de 2024  
 
 

 
 
 
Opinión

Apruebo, la mejor opción

Por Abel Cortez Ahumada, Historiador.

 

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Estamos ad portas del plebiscito que decidirá si queremos o no, una nueva Constitución. Sin duda, la mejor opción es votar APRUEBO. Aprobar significa estar de acuerdo con los cambios que Chile requiere. Es estar de acuerdo que la ciudadanía, los soberanos del poder, tengan por primera vez la posibilidad de participar en la construcción de la Carta Magna. 

La Constitución no soluciona todo, eso es efectivo. Pero es el marco jurídico, político e institucional de la sociedad, por lo que al cambiarla, buscamos que ese marco permita emprender otros cambios y reformas que esta Constitución no permite. La Constitución actual ha recibido varias modificaciones, pero su núcleo ideológico y jurídico sigue siendo el que se construyó en Dictadura, con una lógica donde la economía de orientación neoliberal está puesta por sobre la sociedad, defendida por una minoría sobrerrepresentada con un poder de veto (quórums muy altos). Un ejemplo. En 2017 el Congreso aprobó una ley que daba atribuciones al Servicio Nacional del Consumidor, Sernac, para fiscalizar, perseguir y sancionar los delitos de abuso de las empresas contra los consumidores. ¡¡¡Excelente que una ley así sea aprobada por el Parlamento!!!. Sin embargo, los grandes empresarios del retail la llevaron al Tribunal Constitucional, órgano que la declaró inconstitucional. Es decir, esta ley, que iba a proteger a los consumidores frente al abuso de las grandes empresas, estaba en contra de la Constitución. ¿Se dan cuenta? Esta Constitución no permite que el Estado faculte y desarrolle una institucionalidad que proteja a los ciudadanos frente al poder económico. Como este, hay muchos ejemplos que demuestran como esta Constitución da la espalda a la sociedad y la ciudadanía, para privilegiar grandes intereses, no los del almacenero ni del mediano comerciante, sino del gran empresariado que en el Congreso es apoyado por una minoría a la que la Constitución le da poder de veto. Todos decimos que los políticos y la política partidista está viciada y que no hace ningún cambio que beneficie a la ciudadanía, bueno, una de las razones de ello, es precisamente porque esta Constitución no lo permite.

Por eso tenemos que votar APRUEBO. Los chilenos/as estamos de acuerdo de que el Estado proteja a los ciudadanos, queremos la Constitución que no le dé la espalda a la sociedad, sino que apoye su desarrollo y asegure sus derechos.

De forma manipulatoria, los que están en contra de estos cambios, dicen que votar APRUEBO es apoyar el desorden o la violencia, que nos queremos convertir en Venezuela. Una tontera. ¿Qué forma más pacífica, democrática y ordenada que votar, en un plebiscito regulado por el Estado, por el cambio de una Constitución que ya no está a la altura de las demandas de la sociedad? Y somos, nosotros, los propios chilenos/as que nos daremos una Constitución, mirando el futuro de Chile, no de otros países. Hacerlo desde una Convención Constitucional, elegida completamente por los ciudadanos/as, es otra forma pacífica, democrática y ordenada de realizar los cambios con un lápiz y un papel, donde todos tienen la posibilidad de expresar su opinión y votar. Si un candidato no le gusta, porque son los mismos de siempre, bueno, no vote por él, y hágalo por quien más lo represente.

También es mentira que se parte de cero o es un salto al vacío. La nueva Constitución va a tomar toda nuestra tradición jurídica y política, pero mejorando aquello que esta Constitución impide, sobre todo los derechos sociales que debe asegurar, permitiendo que el Estado asuma un rol más protagónico para promover el desarrollo social, económico y cultural.

Eso de rechazar para hacer bien las reformas, es también una forma de confusión. Como vimos esta Constitución no permite ciertas reformas, como la del Sernac, o que el Estado asegure la salud y pensiones dignas. Los que piden rechazar para reformar, son los mismos que se oponen y se han opuesto a los cambios, los mismos que se opusieron al retiro del 10%. Esta Constitución se ha convertido en una camisa de fuerza para realizarla los cambios y las transformaciones que Chile requiere de forma urgente. Por eso, yo APRUEBO para que la Constitución haga posible los cambios que la ciudadanía demanda justamente.

 

 

 


 
 
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