LOS ANDES (16/02/2018).- Un cuantioso robo de especies y dinero afectó la madrugada de este viernes a cuatro locales de la galería comercial “San Javier” ubicada en calle Maipú Nº 66.
Para ingresar los antisociales forzaron una protección metálica ubicada en la parte posterior del recinto, para luego una vez en el pasillo central apilar muebles a fin de tapar la visión desde el exterior.
Luego de ello rompieron los vidrios de las divisiones para ingresar a dos peluquerías y una mueblería, además de forzar la puerta una florería.
En el caso de las peluquerías los antisociales se llevaron gran cantidad implementos como secadores, planchas de pelo, un televisor Led y un minicomponente.
El robo quedó al descubierto en horas de la mañana, cuando los dueños llegaron y encontraron un gran desorden (Ver foto ampliada).
En la florería los antisociales se apoderaron de dinero en efectivo que había en la caja chica, mientras que desde la mueblería sustrajeron gran cantidad de herramientas.
Si bien el robo no ha sido cuantificado, se estima que superaría el millón y medio de pesos.
Yasna Ávalos, propietaria de la florería, señaló a Los Andes Online que esta es la primera vez que sufren un robo de esta magnitud, ya que hace dos años desconocidos trataron de ingresar por el frontis, pero finalmente no pudieron.
Por su parte, Margarita Reyes, dueña de la mueblería “Ayelen” dijo que los más perjudicados con este robo fueron los dueños de las peluquerías, “ pero lo peor de todo es que nos sentimos doblegados ante la delincuencia, porque a mi no es la primera vez que me roban y la delincuencia está manejando todo y las víctimas no tenemos protección”.
Por ello dijo afirmó que no vale la pena efectuar la denuncias porque las investigaciones del Ministerio Público y las policías no quedan en nada, “ entonces al final es mucho el tiempo que se pierde con respecto de lo que se consigue”.
La comerciante dijo que por la primera cuadra de calle Maipú pulula gran cantidad de delincuentes, pero se ven obligado a tener que convivir con ellos.
Afirmó que él o las personas que ingresaron a la galería sabían los puntos vulnerables de cada local, “ por lo que tiene que ser alguien que pasa permanentemente por este lugar”.
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