LOS ANDES (23/04/2024).- El Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Los Andes integrado por los magistrados Carlos Muñoz, Alessandra Tubino y María Fernanda Cornejo, condenó a presidio perpetuo calificado Es decir 40 años de cárcel antes de poder optar a un beneficio) a Luis Alejandro Figueroa Villegas (47), alias “El Pelao Chico” como autor de Femicidio en perjuicio de Sara Delfina Gutiérrez Rojas.
A su vez, los otros dos participantes en el crimen, los hermanos Benito Ramiro Espinoza Abarca (40), conocido como “El Beno” y Ángelo Paolo Espinoza Abarca (23), apodado “La Nora”, fueron sentenciados a purgar 20 años de presidio mayor en su grado máximo como autores de homicidio calificado.
A los tres condenados se les abonarán todo el tiempo que han permanecido en prisión preventiva.
Además de ello, el tribunal ordenó la incorporación de la huella genética de los acusados al registro nacional de ADN de condenados por pena de crimen.
Alevoso y brutal ensañamiento con la víctima
De acuerdo a la investigación de la fiscalía, todo se inicia el día 23 de octubre del año 2019, cuando Figueroa Villegas salió de la cárcel luego de cumplir una condena de 10 años robo con violencia perpetrado el año 2012 al interior de la hoy demolida cantina "Andacollo" que se ubicaba en avenida Argentina frente al Hospital San Juan de Dios.
A partir de ese momento el antisocial se va a vivir con la víctima Sara Gutiérrez Rojas, que en ese entonces tenía 39 años, a un conteiner que se encontraba a un costado del cementerio de Los Andes en el sector de la antigua Aduana.
Esta relación estuvo marcada por distintos episodios de violencia de género, hasta que la madrugada del 10 de enero de 2020, el "Pelao Chico" incendió el improvisado hogar que compartían en un contenedor ubicado en el recinto de la exaduana, “que quedó a consecuencia de lo anterior completamente consumido por el fuego, perdiendo a consecuencia de lo anterior, la víctima Sara Delfina Gutiérrez Rojas todas sus pertenencias personales”.
A raíz de ello se trasladaron a un ruco o inmueble de material ligero ubicado detrás del Cesfam Cordillera Andina (costado de la línea férrea) donde dormían, comían y hacían su vida en común.
Sin embargo, Sara dio término a la relación de manera intempestiva, abandonando el hogar en común, llevándose casi todas sus pertenencias en una mochila.
Lo anterior no fue aceptado por el “Pelao Chico”, quien quería continuar una relación con la víctima y es por ello que en diferentes oportunidades la seguía por calles del centro de la ciudad de Los Andes, le solicitaba que volvieran a estar juntos, “a lo que ella se negaba, alejándose del imputado, gritándole en más de una ocasión, que era psicópata y un “pichula de palo”, expresión que en lenguaje carcelario significa violador”.
Sin embargo, el día 29 de febrero de 2020 se celebró el cumpleaños del imputado Jaime Milla Magaña alias Chamaco, en el galpón ubicado en la cancha de la Población Ambrosio O’Higgins.
Hasta lugar habrían llegado los tres condenados para compartir con el “Chamaco” y posteriormente Sara Gutiérrez Rojas.
Los festejos estuvieron acompañados de abundante consumo de drogas y alcohol por parte de todos los contertulios.
Fue así que entre las 2 y 4 de la madrugada del 1° de marzo, los cuatro hombres se acercaron a Sara, quien en esos momentos se encontraba dormida sobre un sofá, comenzando a agredirla con golpes de pies y puños en diferentes partes del cuerpo, “ para posteriormente trasladarla hasta el sector donde hay unos espinos y continúan agrediéndola física y sexualmente”.
Acto seguido la víctima fue sometida brutales vejaciones sexuales, además de estrangularla y golpeando su cabeza con elementos contundentes.
Finalmente le causan la muerte mediante un objeto contundente, “provocándole un politraumatismo encéfalo craneal, consistente en un TEC grave complicado, fractura de cráneo en bóveda y base, además de la presencia de expresos signos de abuso sexual”.
En esta causa también estaba como imputado el “Chamaco”, pero no pudo ser llevado a juicio debido a que falleció de una enfermedad neurológica.
Familia conforme y se cierra un ciclo.
Al termino de la audiencia de lectura de sentencia, una de las hijas de Sara, Kassandra Gutiérrez, quien estuvo acompañada de familiares, amigos y las Bordadoras Andinas, se mostró satisfecha con estas condenas, porque son las más altas a las que se podía llegar por los delitos de Femicidio y Homicidio Calificado.
Manifestó que ahora podrán terminar de cerrar un ciclo y vivir el duelo por la partida de Sara, aun cuando ello nunca borrará el dolor de haberla perdido de esta manera tan terrible
Sostuvo que ahora estos criminales yo no podrán volver a hacerle lo mismo a otras mujeres, ya que en el caso de Figueroa Villegas solo podrá pedir algún beneficio extracarcelario cuando tenga 85 años.
Asimismo, criticó al sistema judicial por el hecho que solo se preocupa de brindar asesoría legal a los acusados, pero no a través de un programa de apoyo y reparación psicológica para las víctima de estos crímenes.
También cuestionó la falta de ética de algunos medios que expusieron detalles denigrantes para Sara en la forma que fue asesinada y ultrajada.
Finalmente, Kassandra agradeció públicamente el trabajo del fiscal Alfaro y las policías que permitieron poder lograr estas condenas para los criminales.
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