CALLE LARGA.- Dos jóvenes heridos de gravedad al recibir perdigones de escopeta fue el resultado de un ajuste de cuentas ocurrido la tarde del Domingo en un inmueble de la población Juan XXIII en la comuna de Calle Larga.
El hecho se produjo aproximadamente a las 13:20 horas en circunstancias que tres sujetos que se movilizaban en un automóvil de color blanco llegaron hasta el domicilio ubicado en la calle Los Pimientos Nº 148 y tras ingresar al antejardín abrieron la puerta de acceso a patadas.
Dos de los sujetos premunidos de palos y una pistola ingresaron y comenzaron a destrozar todo lo que encontraron a la mano mientras buscaban a una tal “Erica” con la intención de matarla.
La mujer que en esos momentos almorzaba junto a su esposo buscaron refugio en una de las habitaciones, mientras los asaltantes gritaban que saliera a dar la cara.
Allí apareció el dueño de casa y padrastro de la mujer, Juan Antonio Pizarro, de 71 años, quien diez minutos antes había llegado al inmueble después de haber estado toda la mañana cazando conejos.
El anciano levantó su escopeta debidamente inscrita y conminó a que los sujetos se fueran, pero estos se abalanzaron sobre él por lo que les disparó a las piernas a quemarropa.
Uno de los atacantes, identificado como Ruben Ignacio Salvador Reinoso, de 19 años, cayó al piso con la tibia y el peroné de la pierna derecha destrozados por el impacto de los perdigones, mientras que su acompañante, Hugo Ignacio Cortez Ahumada, de 26, también sufrió heridas en sus extremidades inferiores, pese a lo cual se dio a la fuga.
Cortez corrió hasta su casa ubicada en la misma población donde solicitó ayuda su abuela.
El dueño de casa fue quien llamó al SAMU, el cual llegó al lugar apoyado por un fuerte contingente de Carabineros, tanto de la Tenencia de Calle Larga como de la Tercera Comisaría quienes arrestaron al agresor.
En tanto los dos heridos fueron trasladados hasta el hospital San Juan de Dios, pero debido a la gravedad de su lesión el joven Rubén Salvador fue enviado hasta el hospital Gustavo Fricke.
Debido al daño en su extremidad, el joven podría sufrir la amputación de parte de su pierna derecha.
Tras su detención, el dueño de casa fue puesto a disposición de la fiscalía, siendo formalizado por el delito de lesiones graves (Ver foto ampliada).
Según informó Carabineros, la escopeta se encuentra debidamente inscrita y con sus papeles en regla.
Posteriormente el anciano recuperó su libertad, quedando con las medidas cautelares de firma mensual en fiscalía y prohibición de acercarse a las víctimas.
En la audiencia, el Defensor Público José Luis Correa alegó que el anciano actuó en legítima de defensa, toda vez que los sujetos ingresaron a su casa con palos y un arma de fuego.
Sin embargo, el arma en cuestión no ha sido encontrada por la policía y se presume que podría estar en poder del tercer sujeto que no hizo ingreso al domicilio.
Ajuste de cuentas.
Este episodio comenzó a gestarse en horas de la madrugada del Domingo, cuando la hijastra del anciano, Erica Oliva Pino (40) asistió a una fiesta en una casa de la población Juan XXIII en la cual también estaba Hugo Cortez.
La propia Erica Oliva (Ver foto ampliada) relató en exclusiva a nuestro medio que durante la fiesta sostuvo un altercado con Cortez, quien le propinó un sablazo en la pierna.
Ante ello decidió tomar venganza del sujeto y acudió hasta su casa ubicada en la calle Castro de la misma población donde destrozó la puerta de acceso, vidrios y otros enceres.
A raíz de ello, la abuela de Cortez llamó a Carabineros quienes detuvieron a Erika Oliva, siendo puesta a disposición del Tribunal de Garantía y formalizada por el delito de daños la mañana del Domingo.
Una vez que recuperó su libertad se dirigió a su casa y en tales circunstancias, al saber que había regresado, Cortez decidió ir a matarla.
“El Hugo me tiene que haber visto cuando me bajé del colectivo y cuando estábamos almorzando ellos llegaron. El Hugo traía una pistola chica que después no la encontraron los carabineros, pero hay una vecina que lo vio con la pistola”, relató Erica Oliva.
Agregó que Cortez habría tratado de golpear con un palo al anciano y que éste solo disparó para defenderse.
Para ajusticiar a la mujer, Hugo Cortez habría contratado los servicios del joven Rubén Salvador y un tercer sujeto a quienes pagaría la suma de $ 30.000.
“El más joven (Rubén Salvador) cuando estaba en el piso pedía disculpas y decía que el Hugo le había pagado 30 mil pesos por acompañarlo y el tatita le decía que por 30 lucas iba a perder la pata”, comentó Oliva.
El Tribunal de Garantía decretó un plazo de investigación para este caso de tres meses, período en el cual deberá no solo acreditarse la existencia de un arma de fuego por parte de los agresores, sino que también si el anciano disparó en defensa propia, lo cual es más que probable, ya que perfectamente pudo haber disparado al cuerpo de los atacantes y matarlos.
|