Este 6 de febrero se cumplen 130 años del nacimiento de don Pedro Aguirre Cerda, hijo de nuestra tierra y a quien historia recuerda como uno de los más grandes Presidentes de Chile.
Me atrevería a decir que el Presidente Radical fue el más importante de nuestra historia. En tan sólo 3 años marco el desarrollo de nuestro país, antes de su temprana partida en el año 1941 por una grave tuberculosis que enlutó al país entero.
Este profesor y abogado de la Universidad de Chile fue nuestro Diputado entre los años 1915 y 1918, representando a las provincias de San Felipe, Putaendo y Los Andes. Después de ser Senador, sirvió al país como Ministro de Justicia e Instrucción Pública, y luego como Ministro del Interior.
El político andino conocía muy bien las necesidades de nuestro país, por eso su slogan “pan, techo y abrigo”. Fomentó la producción como nunca ningún Presidente lo había hecho antes. A través de la Corfo, obra de su gobierno, se crearon Laboratorio Chile, Madeco, Enap por sólo nombrar algunas empresas públicas.
También tenía la certeza que la única herramienta que puede cambiar la vida de una persona y de un país entero es la educación. Por eso “gobernó para educar”.
Sien embargo, Pedro Aguirre Cerda no luchó por cualquier educación. No permitió la educación como un negocio ni tampoco la entregó a manos del mercado como sucedió en el gobierno militar.
En su discurso presidencial de 1939 dijo que “para que la enseñanza pueda cumplir su misión social con toda amplitud es necesario que sea: gratuita, única, obligatoria y laica. Gratuita, a fin de que todos los niños puedan beneficiarse de la cultura, sin otras restricciones que las que se deriven de su propia naturaleza; única, en el sentido de que todas las clases chilenas unifiquen su pensamiento y su acción dentro de las mismas aulas escolares; obligatoria, pues es deber del Estado dar a todos los miembros de la sociedad el mínimo de preparación requerido por la comunidad para la vida cívica y social; y laica, con el fin de garantizar la libertad de conciencia y hacer que nada perturbe el espíritu del niño durante el periodo formativo\".
Resulta simbólico que a 130 años de su nacimiento esté pronto a construirse el Primer Liceo para la comuna que lo vio nacer, Calle Larga, que tendrá en sus aulas a muchos niños que verán una oportunidad para ellos y sus familias a través de una verdadera educación: gratuita, única, obligatoria y laica, como dijo hace 70 años Pedro Aguirre Cerda.
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