A diario vemos posturas poco realistas sobre quienes presentan este trastorno cromosómico genético. Mientras los medios comentan el descubrimiento de alguna técnica científica para erradicarlo. Mientras, continuamos leyendo acerca de estos "angelitos".
No intentes buscar en Internet imágenes de personas con Síndrome de Down enojadas o tristes, perderás el tiempo. No existen, porque se continúa creyendo que son siempre alegres y afables. Asimismo, ¿conoces a algún adulto con esta afección genética que viva de manera independiente?, ¿te has encontrado con alguno de ellos o ellas en un bar?
Seguimos observando conductas de intromisión por parte de los demás en sus relaciones interpersonales. Y frecuentemente oímos: "Es que no sabe, es que no entiende". También se les cataloga de testarudos, cuando quieren, como cualquiera, hacer algo que no revierte mayor riesgo.
A la vez, vemos en los medios sendas campañas publicitarias que buscan reivindicar los derechos de este colectivo para tomar decisiones. Que alzan la voz por respetar su identidad, para otorgarles espacio de autonomía y participación.
Ni lo uno ni lo otro. Nos encontramos todos los días con personas con Síndrome de Down, que cuando los entornos les facilitan oportunidades de accesibilidad, van pudiendo participar activamente en la sociedad. Hablamos de derechos, por supuesto que sí. Aunque esto va más allá, es simplemente que cuenten con la oportunidad de ser, estar, de desarrollarse y vivir plenamente, como todo ser humano. Lo fundamental es que la sociedad sea consciente de aquello.
Y sí, claro que cada persona con Síndrome de Down tiene su personalidad y expresa sus emociones por más incómodo que le resulte al otro. Pues tienen una identidad, o al menos buscan construirla. Muchos desean vivir de manera independiente, muchas mujeres y hombres de esta condición genética, también quieren ir a una cita en un bar.
Tal como tú y como yo, cada persona con Síndrome de Down desea tener su propia vida. Por eso es tan relevante que ese anhelo como sociedad lo entendamos todos.
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