Considerada una condición médica crónica, el Lipedema se caracteriza por la acumulación anormal de grasa, principalmente, en las piernas y, en menor medida, en los brazos. Pese a que se distingue de la obesidad porque no responde a dietas o ejercicios y, además, provoca dolor, sensibilidad y moretones en las áreas afectadas, gran parte de los diagnósticos tienden a confundirla con el exceso de peso. De hecho, la experiencia clínica estima que un 80% de los médicos no saben identificarla.
Esta enfermedad sólo fue reconocida por la Organización Mundial de la Salud en 2018, pese a que afecta al 11% de las mujeres en el planeta, y aún no se encuentra tipificada en el sistema de salud chileno, debido al componente estético que conlleva. Es decir, no tiene cobertura de ISAPRES ni FONASA.
En etapas más avanzadas, puede afectar la movilidad y calidad de vida de quien la padece. Se sabe que tiene un componente genético, es decir, se puede heredar, pero también hormonal, ya que aparece durante períodos de cambios hormonales como, por ejemplo, la pubertad, el embarazo o la menopausia.
Existe dos tipos de tratamiento para esta afección. El primero, llamado Conservador, implica el trabajo en equipo de especialistas que tras una evaluación clínica atienden integralmente la afección de las pacientes. Para ello se requiere de una nutricionista que da pautas para una alimentación antiinflamatoria; una nutrióloga que entrega orientación médica y clínica; una psicóloga que trata los trastornos de la imagen corporal y la ansiedad asociada.
Además, las patologías venosas y linfáticas son tratadas por un cirujano vascular cuando se encuentran presentes y una kinesióloga realiza terapias descongestivas, cuidados de la piel, drenaje linfático, y ejercicios dermatofuncionales. A ello se suma el uso de equipos de alta tecnología, para fotobiomodulación local y sistémica, presoterapia, radiofrecuencia y cavitación.
El otro tratamiento es el Quirúrgico, que utiliza la técnica Power Assisted Liposuction (PAL), realizada por cirujanos plásticos acreditados de nuestro instituto, la cual está orientada a la absorción de grasa y el tratamiento de complicaciones circulatorias, debido a los depósitos de grasa corporal a eliminar y cuidado del sistema linfático.
Dado que cualquiera de estos tratamientos implica importantes gastos para las pacientes, pues esta condición afecta su parte física y psicológica, se hace urgente y necesario que en Chile el Lipedema sea reconocida e incluida como enfermedad por las ISAPRES y FONASA. Asimismo, invitamos a la población a informarse y educarse sobre esta afección, visitando nuestras redes sociales en Instagram @institutolipedemachile.
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