ACONCAGUA (20/09/2024).- Durante Fiestas Patrias las consultas por mascotas accidentadas o afectadas por transgresiones alimentarias aumentan. Al calor de la celebración muchas veces se pueden dejar olvidados recipientes con alimentos que pueden ser ingeridos por perros y gatos, provocando consecuencias graves para su salud. Al mismo tiempo, el uso de parrillas aumenta el riesgo de quemaduras, por lo que la recomendación es a no perderles de vista.
Desde el Hospital Clínico Veterinario de la Universidad Andrés Bello, el médico veterinario, Gonzalo Vera explica a Los Andes Online que, con frecuencia las personas comparten el asado o los anticuchos con sus mascotas, sin embargo, esto no es aconsejable. Un error frecuente es darle los huesos que, pese a ser muy apetecibles para ellas y estar culturalmente relacionados a las mascotas, “suelen atorarse en diferentes partes del sistema digestivo, como la arcada dentaria u obstruir el tránsito gastrointestinal (situación similar ocurre con el cuesco del huesillo), sobre todo cuando son pequeños o troceados. En ocasiones pueden llegar a perforar diferentes órganos como el esófago, el estómago o las porciones del intestino”, señala.
Otras sobras habituales del asado suelen ser aquellas porciones con abundante grasa, las que, advierte, “si son ingeridas en grandes cantidades pueden provocar desde afecciones gastrointestinales hasta pancreáticas o hepáticas, visualizadas como decaimiento, malestar generalizado, dolor abdominal de leve a severo, pérdida de apetito, vómitos y diarrea”. Por estos motivos es que no se recomienda dar sobras de asado a nuestras mascotas, siendo lo más conveniente desechar los residuos en contenedores inaccesibles para ellos como puede ser en altura o dentro del bajo mesada.
Tampoco se aconseja que sean alimentados con empanadas, pebre o cualquier otro plato que contenga cebolla, ajo, cebollín o puerro. Lo mismo ocurre para aquellos que contengan picantes como longanizas, salsas picantes o carnes sazonadas ya que son considerados alimentos tóxicos para caninos y felinos, pudiendo ocasionar decaimiento, dolor abdominal, vómitos y diarrea. A los anticuchos se les suma el hecho de que las brochetas al ser ingeridas son potenciales productoras de lesiones internas.
Aunque menos frecuente, también hay casos en que los animalitos consumen bebidas alcohólicas. “Está estrictamente prohibido que las mascotas las ingieran. El alcohol es muy tóxico y puede afectar especialmente el hígado y el sistema nervioso. Evitar además su consumo accidental es de suma importancia, lavando y/o botando de manera adecuada botellas, vasos o contenedores ocupados con dichas sustancias. En caso de intoxicación etílica podemos observar incoordinación en la marcha, letargo, vómitos, diarrea e incluso crisis epilépticas”, describe el especialista.
Hay que recordar, además, evitar asistir a fondas con mascotas ya que la gran cantidad de gente y ruidos podrían asustarlos y comprometer su bienestar, pueden extraviarse e incluso sufrir accidentes. Y si bien está en desuso debido a su prohibición, la utilización de hilo curado para elevar volantines representa una amenaza, tanto para personas como para animales, en especial la fauna silvestre. Si es ingerido o se enreda en alguna parte del cuerpo puede provocar incluso la muerte.
Por último, evitar que estén cerca de parrillas, braseros, hornillas o recipientes con líquidos o alimentos calientes para no exponerlas a quemaduras. Tanto por motivos de higiene como de seguridad es mejor mantenerlos alejados de artefactos. Una buena idea para integrarlos a la celebración es brindarles snacks comerciales o caseros diseñados específicamente para estas especies como albóndigas de carne magra sin condimentos y ubicar un lugar seguro donde podamos acariciarlas sin exponer su salud.
|