Las Fiestas Patrias son una ocasión especial para compartir con familiares y amigos, disfrutar de comidas tradicionales, la música típica y el inconfundible sonido de la cueca. Sin embargo, lo que para muchos es un momento de alegría puede ser un desafío para quienes viven con pérdida auditiva, ya que conectarse con sus seres queridos se ve dificultado por las barreras para escuchar y participar plenamente en las conversaciones.
La dificultad para comunicarse puede llevar al aislamiento social, afectando la salud emocional y el bienestar de las personas. Por ello, es fundamental que fomentemos iniciativas de inclusión que mejoren la calidad de vida de quienes viven con pérdida auditiva, tanto en el hogar como en la vida social. En este contexto, la familia desempeña un papel esencial en su apoyo. Estar atentos a los síntomas—como la dificultad para seguir conversaciones en grupo o para distinguir sonidos agudos— puede marcar la diferencia.
Al organizar celebraciones, pequeños ajustes pueden generar un gran impacto, designar un "lugar tranquilo" en la casa, evitar ruidos de fondo innecesarios y elegir mesas redondas que favorezcan la conversación, son detalles que facilitan la interacción.
Además, hablar claro, mirando siempre a la persona, y evitar conversaciones simultáneas. Estas fiestas, disfrutemos no solo de la música y los sabores tradicionales, sino también de la compañía, garantizando que todos, sin importar su capacidad auditiva, puedan participar y disfrutar plenamente del festejo.
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