ACONCAGUA (27/08/2023).- Una nueva tecnología, desarrollada en Chile con modelos procedentes de Alemania e Israel, podría significar un vuelco frente a la crisis producida por el consumo de agua que requieren los cultivos de paltas en nuestro país.
Así lo manifestó el ingeniero Víctor Vega, gerente de Proyectos de Voens, empresa nacional especializada en la optimización de recursos hídricos. Indicó que después de habilitar los equipos humanos y materiales para realizar la tarea iniciarán la presentación ante el sector agropecuario involucrado en la producción de este alimento. Del cual Chile es el tercer mayor productor y consumidor del mundo, después de México y Estados Unidos. Siendo que en estos últimos es conocido bajo el nombre de aguacate.
La solución que plantea esta firma chilena supone una combinación de intervenciones que abarcan el riego, con técnicas de goteo y de mejoramiento de la absorción de las raíces, y la producción de agua especialmente apropiada para esta especie agrícola, con una significativa disminución de la cantidad utilizada.
La iniciativa está destinada a la producción de esta variedad que se efectúa en la zona de Quillota y el valle de Aconcagua.
Para conseguirlo la someten a un proceso que reduce su contenido de cloruros, con lo cual mejora su rendimiento y con el mismo volumen que, por ejemplo, los sistemas tradicionales pueden regar 7 hectáreas, con estos nuevos procedimientos pueden cubrir 9 o 10.
Esto se hace posible porque en su intervención logran disminuir a un mínimo la cantidad de agua que se desperdicia por su composición inadecuada para la actividad agrícola.
La fuente de alimentación del sistema puede ser cualquiera, tratándose en las zonas tradicionalmente productoras de paltas en Chile, de aguas de ríos o de pozos que son denominadas "salobres", ya que cuentan con sales en su composición pero sin llegar a los niveles que se encuentran en el mar.
Cualquiera sea la concentración de estos elementos que posean, el sistema desarrollado por Voens, indica Vega, es capaz de reducirla hasta dejar el líquido en condiciones de ser utilizado en la producción agrícola.
MARGEN PARA CONSUMO HUMANO
Vega indica que pueden instalar la tecnología tanto en plantas de tratamiento de aguas con que cuentan algunas empresas en la actualidad, para optimizar su funcionamiento, como también en sistemas que monten desde cero.
Esto implica que al proceso habitual de tratamiento de agua para su utilización denominado "osmosis", se agrega otro que lo reproduce y lo intensifica llamado "osmosis reversa" o "flujo reverso".
En el proceso normal de ósmosis, el solvente se mueve naturalmente de un área de baja concentración de la disolución, a través de una membrana, hacia un área de alta concentración de la disolución.
La ósmosis inversa es la aplicación de una presión externa para invertir el flujo natural del solvente. El resultado es que la disolución es retenida del lado presurizado de la membrana y el solvente puro puede pasar al otro lado. Para lograr la «selectividad», esta membrana no debe dejar pasar iones o moléculas grandes a través de sus poros (o agujeros), pero debe dejar pasar libremente componentes más pequeños de la solución (como moléculas del disolvente, por ejemplo, agua.
La ósmosis inversa puede eliminar muchos tipos de elementos suspendidos en el agua, incluyendo bacterias, y se utiliza tanto en procesos industriales como para la producción de agua potable.
Vega subraya que la economía de agua que permite este método puede dar margen a que se destine lo ahorrado del vital elemento, a otros fines, como el consumo humano en sectores afectados por la escasez.
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