Recién leí una columna del Sr. Rafael Videla donde realiza una apología del chileno Miguel Serrano, donde destaca su calidad de “extraordinario pensador-escritor… además, de un incansable luchador de los valores tradicionales –del hombre y la mujer, de la Naturaleza, de la patria y del sentido trascendental de la existencia”.
El Sr. Videla no señala que el pensamiento y la extensa obra de Miguel Serrano, reconocido nacional y mundialmente por ello, están vinculadas a su calidad de filósofo nazi y neonazi, y de su original posición como autor de las ideas del hitlerismo esotérico. Entre la obra de Serrano destacan la Trilogía de Hitler “El Cordón Dorado: Hitlerismo Esotérico” (1978), “Adolf Hitler, El Ultimo Avatãra” (1984) y “Manú: Por el hombre que vendrá" (1991); también “Nacionalsocialismo, única solución para los países de América del Sur” (1986), “La resurrección del héroe. Año 97 de la era hitleriana” (1986), “Los ovnis de Hitler contra el nuevo orden mundial” (1993), entre otros textos filosóficos y literarios. Serrano, como buen nazi, cree en la supremacía de la raza blanca, que en Chile no hay raza, solo mestizaje parejo (diferente al esencialismo nacionalista que ha planteado el mismo Sr. Videla), de que Hitler alcanza el papel de una divinidad, entre otros juicios de este tipo.
Sin duda, fue un escritor original y de gran nivel literario. Pero no es intelectualmente honesto realizar una apología de su obra, sin enunciar su carácter explícitamente inscrito en el pensamiento nazi y neonazi chileno y mundial. Sr. Rafael Videla, quien se ha caracterizado en sus columnas de opinión por su marcada orientación nacionalista y neofascista, sabe muy bien la filiación nazi de Serrano, ya que en 2007 escribió el libro “Miguel Serrano y la Atlántida: escritos sobre el continente”, salido por la Editorial Puerto de Palos, que -admito- acabo de conocer y -por tanto- no he leído.
Debemos decir que ostentar un pensamiento neofascista de perspectiva esotérico-hitleriana no es un pecado intelectual en sí mismo (aunque en Alemania estaría reñido con la norma legal), en lo que sí insisto, es que debemos ser claros en transparentar la imagen integral verdadera de un autor como Serrano, cuando defendemos y promovemos su obra, sobre todo cuando es un punto central de su pensamiento.
|