En tiempos donde la vida nos presenta un sinnúmero de dificultades diarias, he querido dar lo mejor de mí y demostrarles a los habitantes de mi querida comuna de Los Andes que tengo unas tremendas ganas de construir espacios en donde cada uno de ustedes viva más feliz, en un entorno sano y con una mejor calidad de vida.
Siendo un profesional de la educación, conozco de primera fuente lo que la gente necesita: que sus demandas sean oídas de forma seria y responsable. Me comprometo a proponer ideas acordes a la realidad de nuestra ciudad, siendo siempre retroalimentado por las personas a las que represento, integrándolas, siendo capaz de traducir todo esto en un mensaje que logre representarlos.
Vivimos en tiempos donde la desconfianza de la ciudadanía hacia la política es cada vez más grande. Las nuevas generaciones de la cual soy parte estamos llamados a recuperar esa confianza perdida y darle el impulso para que volvamos a creer en ella.
En estos tiempos ha comenzado a ser más evidente la necesidad de analizar el nuevo rol que están jugando y que deberán jugar en el futuro tanto los partidos políticos, sus dirigentes, la política y la forma de hacer la política. Tengo la credibilidad para ser un aporte en el Concejo Municipal de Los Andes, con una mirada diferente, sin grandes promesas, sabiendo que un concejal sólo está para satisfacer las demandas de la ciudadanía, y no intereses personales.
Como joven profesional, siento cada día más la necesidad de aportar y devolverle la mano a la gente de mi ciudad, a mis apoderados, alumnos, colegas, adultos mayores, adultos jóvenes, gente de la cultura y las artes, personas con capacidades diferentes y deportistas.
Reconociendo lo que nuestras autoridades han hecho en el pasado, ha llegado el tiempo del recambio; el momento de los jóvenes, para comenzar de una vez por toda a hacer una mejor política y un mejor servicio público.
Con cariño y fe en el futuro, un abrazo fraterno.
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