ACONCAGUA (13/01/2021).- Uno de los aspectos más importantes hoy por hoy en medio de la pandemia por coronavirus es la vacunación y mover todos los esfuerzos para su aplicación exitosa en el mundo, en busca de retomar la normalidad y dejar atrás los confinamientos. En el caso de Chile, la inoculación contra el covid-19 inició en diciembre de 2020 y el Gobierno proyecta que a fines del primer semestre de 2021 un 80% de los chilenos ya estén vacunados.
Es en este contexto, que los estudios que se han realizado por años y que indican que el buen dormir tiene efectos positivos en la salud, en la respuesta inmune del cuerpo ante enfermedades y, por ende, en la efectividad de las vacunas, ha tomado relevancia y ha comenzado a ser promovido a nivel global por la National Sleep Foundation (Fundación Nacional del Sueño). En términos concretos y de acuerdo a la International Journal of Behavioral Medicine, dormir mal disminuye en un 50% la efectividad de una vacunación.
Si no se ha dormido bien previo y posterior a una vacunación, el cuerpo genera una menor respuesta inmunológica, es por ello que el neurólogo Álvaro Vidal, destaca que “hoy en día el mundo entero está luchando contra un virus letal y eventualmente cada persona se someterá a una de las vacunaciones disponibles. Sea cual sea la elección y en espera de que ésta se pueda concretar de aquí a unos meses, es importante que la gente sepa y le entregue al sueño y al descanso la relevancia que tienen, para que su respuesta inmunológica al virus una vez vacunados sea lo más efectiva posible”.
Pero, ¿porqué el sueño podría beneficiar la vacunación contra el covid-19?. El especialista de explica que “durante la noche y mientras dormimos sin luz que interfiera, el cuerpo lleva adelante múltiples procesos regenerativos, además de incentivar la producción de determinadas hormonas que permiten la autorregulación, lo que lleva a que el organismo mejore sus defensas para combatir agentes infecciosos”.
Si bien el lograr un descanso efectivo durante la pandemia ha sido difícil, considerando el estrés que produce el aislamiento, la incertidumbre, el trabajo remoto, las tareas del hogar, los niños en la casa, entre otros aspectos, el especialista destaca que “si a nivel familiar se logran mejorar los hábitos de sueño y se establecen horarios saludables para aplicarlo, es altamente probable que todo el grupo familiar pueda tener una mejores defensas ante cualquier infección, y que la respuesta inmune de su cuerpo al recibir la vacuna contra el coronavirus sea más alta y eficaz”.
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