Cada día surgen evidencias del abuso de los recursos municipales en Los Andes. Se han hecho costumbre los altos honorarios a operadores políticos, las millonarias consultorías y los proyectos de dudosa rentabilidad social. Abundan, además, anuncios lanzados al aire, sin suficiente respaldo financiero, ni de tiempo. La situación económica ya golpeó el empleo y afectará el presupuesto estatal para el 2020 y, en a penas 10 meses, el actual alcalde deberá abandonar su cargo, si la UDI decide repostularlo.
Creemos que, después de dos décadas con sólo dos alcaldías -con imagen y gestión igualmente desgatadas- es urgente iniciar una nueva etapa. Lo que se prometió hace 3 años, ya no se cumplió. Por eso, queremos compartir un proyecto con profundo sentido ético e impulsar un urgente cambio de rumbo.
Proponemos priorizar las necesidades de la gente, por sobre intereses políticos o empresariales que nos contaminan, amenazan nuestra calidad de vida y abusan de recursos como el agua.
Creemos que un municipio no es una productora de eventos, ni una oficina de empleos para amigos, parientes u operadores políticos. Un municipio debe estar al servicio de las necesidades de las personas, especialmente, de las más vulnerables.
Pensión 13
Como una de las primeras medidas, proponemos establecer un aporte previsional para las más de 1.500 personas de nuestra ciudad que hoy reciben una pensión básica, ya sea de vejez o invalidez. La inversión necesaria es de, aproximadamente, 200 millones de pesos anuales, sólo una fracción de lo que actualmente se gasta en eventos, consultoras y honorarios de dudosa utilidad. Este aporte equivaldrá al valor actual de una Pensión Básica Solidaria completa y se otorgará anualmente, por lo que la hemos denominado Pensión 13.
Asimismo, planteamos la necesidad de establecer un programa municipal de reparación de la Deuda Histórica que afecta a muchos de nuestros profesores. Queremos hacerlo en acuerdo con el Magisterio y en línea con las posibilidades financieras de la comuna. Creemos que, más allá de los costos, es obligatorio asumir, aunque sea en parte, el deber ético que el Estado ha dejado de cumplir.
Proponemos, además, una reestructuración profunda de las áreas social y de proyectos (DIDECO-SECPLAN). Un municipio debe generar estrategias que creen empleo, no proyectos efectistas de dudosa rentabilidad social, donde los que más se benefician son empresas consultoras foráneas, sin que la ciudad vea resultados concretos.
Cada día sumamos nuevas ideas, surgidas desde la ciudadanía, en temas como sustentabilidad ambiental, deporte, seguridad, empleo, cultura, patrimonio, educación, salud, vivienda, etcétera. Por eso, llegó la hora de la unidad para rescatar a Los Andes, sin importar el color político, ni diferencias de ningún tipo. Que no nos dividan los partidos, ni sus operadores, ni sus intereses económicos que nos contaminan y nos saquean.
Preparémonos y participemos activamente en el cambio que viene el 2020. Abramos un ancho espacio a todos los andinos y andinas que quieran una ciudad sostenible, amigable, próspera, ordenada, segura y más justa.
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