Con frecuencia vemos fenómenos naturales que impactan, asustan o simplemente están fuera de la normalidad, recordándonos que el cambio climático ya esta aquí.
Pero, ¿qué es el cambio climático?. Corresponde al resultado de la gran acumulación de gases efecto invernadero (GEI), que si bien se producen naturalmente, permitiendo la vida en la tierra, hoy resultan nocivos para la misma. Como indica la Organización de las Naciones Unidas (ONU), “después de más de un siglo y medio de industrialización, deforestación y agricultura a gran escala”, las cantidades de estos en la atmósfera “se han incrementado en niveles nunca antes vistos en tres millones de años”.
Los GEI mas comunes son el dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O), los que encontramos en la descomposición de materia orgánica, incendios, volcanes, quema de combustibles fósiles, deforestación, bacterias y fertilizantes. En el caso del CO2 y CH4 además existe una fuente natural que podría liberar estos masivamente debido al derretimiento del permafrost, principalmente en el Ártico, lo que acelerará el proceso.
En un publicación de diciembre 2012 de la National Geographic leí una frase que paradójicamente, me congelo, “Si quemas gas natural, tu hogar se calentará; pero si el gas se fuga de los pozos del ártico que se derrite, se calentará todo el planeta”. De acuerdo a la ONU, entre 1880 y 2012 la temperatura media mundial aumento en 0,85ºC y de 1901 a 2010 el nivel medio mundial del mar ascendió a 19 cm.
Aun hoy encontramos personas que eligen negar el hecho empírico, lejos de la Cumbre de Río (1992) que dio lugar a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio climático y el Protocolo de Kyoto (1995) para reducción de emisiones de GEI.
Desde mi perspectiva tal negación obedece a una resistencia al cambio como lo observamos en organizaciones. En este contexto, las causas podrían estar entre “el miedo a lo desconocido”, “amenazas al poder y estatus” y “beneficios no percibidos” que nos muestran Jordi Mas y Carles Ramio en auditoria operativa.
Espero que podamos salir del oscurantismo que significa una humanidad alejada de la ciencia y dejar la desidia respecto de los desafíos que nos impone el cambio climático.
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