Jueves, 28 de Marzo de 2024  
 
 

 
 
 
Opinión

El calor excesivo pone en riesgo en la salud de nuestros vecinos

Por Octavio Arellano Zelaya, Concejal y ex Alcalde de Los Andes

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Las altas temperaturas que están afectando a la provincia de Los Andes, están poniendo en riesgo severo la salud de muchas personas, por lo que no cabe duda que estamos frente a una emergencia sanitaria ambiental que llegó para quedarse. A pesar de su gravedad, creemos que no se está abordando con la urgencia y la dimensión necesaria por parte de las autoridades de gobierno del área de la salud, del municipio y de la sociedad civil. Creemos que este es un tema que debe inicialmente ser abordado desde lo local, con los vecinos, especialmente los de menores recursos, que tiene escasas posibilidades de capear el calor en los balnearios del litoral, y que se sienten agobiados por el calor en sus viviendas, mientas los incendios forestales amenazan con seguir destruyendo un valioso recursos natural y la infraestructura habitacional, como ocurrió en los dramáticos incendios en los cerros de Valparaíso. Mirando el caso de Los Andes, cuyas temperaturas superan los 36° hemos sostenido reiteradamente que es preciso iniciar acciones ambientales más concretas y permanentes, orientadas a proteger a la población, especialmente adultos mayores y niños, quienes son los más expuestos a sufrir daños por el exceso de calor. En esa línea hemos propuesto al Concejo y a la Alcaldía la destinación de recursos del presupuesto para encarar el problema del calentamiento global desde una dimensión local.  En ese contexto hemos promovido una iniciativa que hemos denominado “techo verde”, orientada a generar una trama vegetal mediante la reforestación intensiva de calles, plazas, avenidas, centros urbanos y poblaciones, que contribuya a disminuir el impacto de los rayos ultravioleta en la salud de las personas, permitiendo la renovación el aire y el equilibrio de la temperatura ante las altas temperaturas que han asolado al valle de Aconcagua.

 

Riesgos del calor en la salud de las personas

Investigaciones médicas confirman que el aumento del calor afecta especialmente a quienes se encuentran en la condición de enfermos crónicos, personas mayores y ancianos, personas con obesidad y otras patologías, personas que consumen drogas o alcohol o que están en tratamiento con determinada medicación y ambientes laborales bajo condiciones térmicas extremas.

Esos estudios confirman que en los periodos de temperaturas excesivas, aumentan tanto la mortalidad como el número de personas que acuden a  centros asistenciales, ya que se aumentan los niveles de ozono y otros contaminantes del aire que agravan enfermedades cardiovasculares y respiratorias, tales como la rinitis, conjuntivitis y el asma bronquial, producidas por partículas capaces de producir alergia cuando las respiramos, como es el caso de los ácaros del polvo, los residuos de las alfombras, el polvo en suspensión, el pelo de los animales de compañía, los pólenes de las plantas y las esporas de los hongos. En situaciones calurosas, el organismo tiene dificultad para disipar el calor sobrante en el ambiente, para lo cual se activan unos mecanismos de regulación, para deshacerse del exceso de calor, como el aumento del flujo sanguíneo a la piel. Cuando el cuerpo se acalora el cerebro le ordena al cuerpo que sude, que al evaporarse produce la pérdida de calor sobrante, que a temperaturas mayores de 35° C, el sudor se convierte en el mejor recurso que tiene el cuerpo para enfriarse. Pero cuando el cuerpo pierde demasiado fluido y sal en el sudor, la sudoración se detiene y aumenta más la temperatura del cuerpo. Un aumento de temperatura interna de solo  un grado centígrado, puede producir daños para la salud, pudiendo producirse la muerte cuando se alcanzan los 41ºC. Es lo que se llama un estrés térmico.

Según especialistas, la persona sufre un golpe de calor cuando fallan los mecanismos de disipación del calor que posee el cuerpo, en que debido al aumento de la temperatura central del cuerpo, las funciones mentales de la persona pueden verse afectadas, con lo que no podría pedir auxilio y puede incluso accidentarse. El golpe de calor es una condición muy peligrosa que puede ocasionar pérdida del conocimiento, daño cerebral irreversible y muerte. Puede presentarse en un cuadro muy rápido o estar precedido de fatiga causada por calor, lo que obliga a pedir asistencia médica urgente.

 

Deforestación por el mal uso del agua.

Ante esta situación que se pueden como una “calamidad”, hay que agregar la importancia que tiene el uso del recurso agua y la necesidad de su escurrimiento natural a las napas subterráneas, la eliminación de la flora nativa y la erosión de las laderas de los cerros y quebradas, producto de su uso para el cultivo de productos agrícolas de exportación destinados a países que aún no asumen su deber ante el cambio climático y siguen produciendo para consumidores altamente contaminantes. Afectan la  calidad y disponibilidad el agua para el uso de las personas, la contaminación por actividades mineras o la falta de tratamiento de residuos domiciliarios y su especulación por consorcios exportadores que sintomáticamente no retribuyen suficientemente sus utilidades entre trabajadores, especialmente de aquellos migrantes que deben enfrentar situaciones laborales deplorables. Ante ello resurge la urgencia de habilitar tranques laterales para regular el Río Aconcagua, modelo que también se debe replicar en las zonas urbanas de la ciudad con estanques acumuladores ubicadas en las zonas altas de la ciudad, para la habilitación de micro redes de riego urbano, como proponemos en nuestro plan de un “techo verde” para la ciudad.

Un compromiso social y ambiental a nivel local, comunal y regional.

Por ello, prevenir las enfermedades producto del cambio climático, que es un factor de riesgo para la salud y la seguridad de los trabajadores, debe incorporarse como objetivo de la gestión municipal y regional, incluyéndose en los planes estratégicos y en los presupuestos de gestión, generando acciones multisectoriales que mitiguen los efectos del aumento de temperatura.

Este debe ser un objetivo que asuma la nueva Región de Aconcagua, que está amenazada por una desertificación creciente por el aumento de la temperatura y el mal uso de los recursos hídricos.

El “techo verde” que proponemos para Los Andes es un plan a mediano plazo  que se asiente, al menos en los siguientes ejes de acción:

a) diseño e implementación de una política ambiental comunal y regional de reforestación y riego tecnificado, elaborada participativamente con la comunidad  -la experiencia de City Green es un loable ejemplo de gestión ambiental desde la sociedad civil-.

b) el uso eficiente del agua de propiedad municipal, mediante la habilitación de una red urbana de riego en base a estanques acumuladores en zonas altas de la ciudad.

c) la reposición programada del arbolado dañado por nuevas especies de hojas caducas, adaptadas al clima mediterráneo de la Región de Aconcagua –se calcula en 5000 especies a reponer por año-.

d) la habilitación de un vivero municipal para el cultivo  y la aclimatación de especies arbóreas, ubicada en terrenos de la ladera norte del Parque Cerro de la Virgen – en terrenos fiscales del ex club de tiro “Chacabuco-.

e)  la asignación de un  presupuesto municipal especial para su implementación  -su ausencia fue nuestro reparo a la aprobación del Presupuesto Municipal 2019 -

f)  la transformación del Punto Verde en un centro de producción de fertilizantes naturales - humus y tierra  de hoja- para mejoramiento de los suelos a reforestar.

g) la habilitación de corredores o “parrones verdes” en avenidas, parque urbano, plazas y otras áreas, para la circulación y zonas de detención para personas mayores en horas de alta temperatura.

h) focalizar el uso de las transferencias que reciben nuestros colegios, en la implementación de una política escolar de prevención de enfermedades a causa de la exposición al sol, como sería el caso de elementos de protección personal al riego de cáncer que pueden provocar en niños, niñas y jóvenes la permanente exposición a los rayos UV.

i) inicio de la reforestación del Parque Cerro de la Virgen bajo una administración municipal que controle fuentes de erosión y coordine la implementación de un sistema de riego tecnificado, para recién allí iniciar plan maestro de reforestación.

j) transformación de las áreas verdes –que pocas veces lo son- en “plazas verdes”, en todos los barrios de la comuna, apadrinados por los vecinos y las empresas locales.

Una nueva responsabilidad social empresarial y del Estado.

No cabe duda que para su implementación habrá que apelar a la entrega de fondos fiscales y regionales, especialmente del Ministerio del Medio Ambiente, lo que no excluye el deber de las empresas públicas y privadas, de compensar a la comunidad el daño ambiental provocado por la explotación minera de Codelco Andina y de otras empresas mineras, a quienes  se les debe prohibir categóricamente, no solo en la explotación sino que también durante la exploración –proceso minero previo- , la intervención ir cursos naturales de agua, dañar glaciares de roca y de nieve,  o afectar humedales o aguas subterráneas. Incluso, las aguas que sean usadas en los procesos, debe ser devueltas a los cauces de agua previamente tratadas y exentas de todo tipo de metales pesados. Similar responsabilidad es exigible a empresas exportadoras de frutas y de transporte de carga internacional –que es uno de los frecuentes contaminantes del río Aconcagua a causa de accidentes en la ruta-, para que transparenten en sus cuentas corporativas, el manejo que hacen del recurso hídrico y reporten las compensaciones ambientales y el nivel de sueldos de sus trabajadores permanentes y de temporada. Confiamos que el estudio que hará el Congreso del futuro Código de Aguas, restablezca el pleno dominio del Estado de las aguas como un bien fiscal, cuyo uso y transferencia esté regulado al pago de una patente, sujeto a las disponibilidad real  del recurso en cada cuenca, priorizando siempre su uso para el consumo humano como un derecho preferente de uso.

Soy un convencido que vienen tiempos difíciles, frente a los cuales debemos tener una nueva mirada, más proactiva, participativa y 100% sustentable para todos los procesos y proyectos que se implementen, incluidas las compras y en las licitaciones públicas, desafíos que nos impone el cambio climático. Imaginan ruan región sustentable, le da una dimensión ambiental al proyecto compartido para la creación administrativa de la futura región de Aconcagua, la sin duda físicamente existe desde que hacer aproximadamente unos 12.000 años, nuestros antepasados pre colombinos decidieron asentarse en ella y que hoy nos corresponde proteger y preservar para las futuras generaciones. 

 


 
 
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