ACONCAGUA (27/12/2017).-Más de cincuenta trabajadores de División Andina se organizan cada año para llevar el espíritu de la Navidad a niños, niñas y sus familias. Esta vez, fue el turno de los 52 pequeños del jardín infantil “La Casita del Sol”, de la comuna de Catemu, quienes vivieron una tarde llena de juegos, golosinas y la presencia del viejito pascuero y sus amigos.
Los gestores de la iniciativa son trabajadores de la mina rajo, en su mayoría integrantes del club de fútbol Cordillera Andina, que en sus actividades anuales ven en esta celebración la oportunidad de acercarse a las comunidades y entregar un momento de alegría. “Es agradecer a Dios el llegar todos los días a nuestras casas y la mejor manera es tenderle la mano a los angelitos que más lo necesitan; nos damos cuenta que hay personas con otras necesidades y es un regalo compartir con ellos”, enfatiza emocionado el presidente del club, Jorge Sepúlveda.
Pedro Concha es también vecino de Catemu y uno de los gestores de la actividad en su comunidad. “Para mí es un orgullo que la fiesta se haya realizado acá, hoy rompimos hitos con esta caravana, toda la comunidad nos vio. No tengo palabras de agradecimiento al grupo”.
Al igual que Pedro, otras dos integrantes del club viven en esta comuna, y sus esposas también se hicieron partícipes de la iniciativa solidaria. Roxanna Salazar es esposa de Pedro y propuso el jardín como beneficiario. “Lo planteamos, salió sorteado y nos pusimos a manos a la obra, es harto trabajo, pero ese esfuerzo es por los niños”.
Una fiesta en el jardín
La comunidad del jardín esperaba expectante la llegada de la caravana y la fiesta. “La verdad quedé sorprendida con la elección, me parece estupendo que los trabajadores tengan la iniciativa de hacerles esta fiesta a los más pequeños. Codelco está lejos y que estén acá se agradece”, comentó la directora Nicole Yáñez.
A Roberto Fuentes, apoderado del nivel medio mayor, le pareció excelente la iniciativa. “Me parece súper bien que los trabajadores organicen esta fiesta, los niños la disfrutan”. María José Cabrera, también apoderada, dice que “los niños la agradecen. Es una bonita fiesta”.
Hubo emoción, compromiso, agradecimiento, trabajo y sacrificio para realizar la fiesta, que también contó con el apoyo de la jefatura. David López, jefe general de turno de la mina rajo, se disfrazó pese al extenuante calor de la jornada. “Es una maravillosa iniciativa. Estamos felices, pese al intenso calor, nos hemos comprometido con estos pequeños porque ver la sonrisa del niño es la mejor recompensa”.
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