En tiempos donde el presidente de Estados Unidos, Donald Trump saca a su país del Acuerdo de Paris, un tratado internacional de las grandes potencias del mundo para reconocer el cambio climático como un problema urgente y en el cual se comprometen a que deben reducir las emisiones de dióxido de carbono al ecosistema. Esta medida del gobierno estadounidense, no es solo un mensaje retorico, en el que se demuestra el capitalismo voraz que a toda costa quiere generar riquezas económicas y generando la destrucción del medioambiente mundial. Sino que también es una medida práctica, ya que Estados Unidos, es uno de los países que más contamina en el mundo, ya sea a través de las emisiones de dióxido de carbono, u otras formas, como el “fracking”.
Por la situación actual de nuestro planeta, ya es hora de que como sociedad chilena tomemos conciencia que en la historia hemos abusado y destruido nuestra naturaleza, devorando, interviniendo, contaminando la flora y fauna de nuestra biosfera. Y esta concientización de la población, debe ser acompañada por una legislación clara y precisa, que respete, proteja y promueva el cuidado del medioambiente, como una política de Estado, que sea esencial para el progreso de un futuro, en el que Chile, sea el líder mundial de la producción de energías limpias y renovables.
Si bien las políticas medioambientales son fundamentales, también es primordial que cada recurso natural chileno sea controlado por el Estado de Chile. El cobre, litio y agua se tienen que comprender como riquezas propias de la sociedad nacional, y no como mercancías de transnacionales que solo explotan el ecosistema y se llevan las ganancias a otras partes del mundo, ya sea Europa o Estados Unidos.
Por consecuencia, es urgente que a la brevedad creemos políticas en el Congreso que estimen la renacionalización del agua y del cobre, ya que nuestros recursos tienen que beneficiar a todo el pueblo, a la productividad chilena, ya que, gracias a nuestro potencial mineral e hídrico, podamos desarrollar el crecimiento equitativo, sustentable y sostenible de la sociedad chilena en su conjunto, y no de unos pocos.
Por estos motivos y más, es que hoy las y los invito a seguir mi candidatura a Diputada por la V Cordillera, porque es ahora cuando las ideas se tienen que concretar, y tengan por seguro que mi lucha es por la igualdad social y económica. Para que nuestras riquezas naturales nos beneficien (de forma cuidadosa) y podamos crear leyes políticas, culturales y económicas de forma democrática y responsable. Mi discurso y trabajo se comprometen con toda la comunidad, para que debatamos y construyamos un sistema político que realmente contemple a las mayorías.
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