LOS ANDES (09/06/2016).- Cansada y molesta con las autoridades se mostró Gloria Hernández Ahumada, dueña de la casa donde vivió Gabriela Mistral en Coquimbito, quien asegura que ha recibido muchas promesas de compra del inmueble y hasta ahora nada se ha concretado.
La reciente muerte de un hijo la llevó apurar la decisión de vender lo antes posible la propiedad, “ pues no me interesa el tema patrimonial, la casa a mí me está destruyendo por la muerte de mi hijo, lo único que quiero es irme luego”.
Gloria dijo estar cansada del ninguneo y de las falsas promesas de compra hecha por las autoridades de turno, particularmente los alcaldes, “ pues a pesar que yo he recibido a todas las delegaciones que llegan acá por la información que hay en Internet, aun nada de ha concretado”.
Por ello, manifestó que la casa la quiere vender bajo sus condiciones y no las que le quieren imponer las autoridades, “ pues las cosas se van a tener que hacer como exijo y ahí recién tal vez podamos concretar un acuerdo”.
Advirtió que “la casa no la voy a entregar en dos chauchas como quieren las autoridades. En un principio yo estaba pidiendo 230 millones de pesos, pero quiero llegar a los 250 millones y ese sería el precio final, y el que esté interesado y ponga el dinero sobre la mesa se la lleva de inmediato”, expresó la dueña.
Aseguró que todos los alcaldes le han mentido respecto de la compra del inmueble y en su momento entregó cinco valores diferentes, pero nunca se logró llegar a un acuerdo y en el intertanto debe seguir con los arreglos y mantenciones que demanda una casa construida a principios del siglo XX.
Se quejó también sobre grupos de personas a quienes catalogó de “figurones” por hacer promesas que no cumplen y en el intertanto ella debe seguir manteniendo el inmueble de su bolsillo.
Dijo que con el último temporal debió incurrir en gastos para arreglar una pared que presentó problemas con la filtración de agua.
Asimismo, se quejó que si bien muchos se llenan la boca con la defensa del patrimonio y la casa de Gabriela Mistral, nadie se ha preocupado de las condiciones en que ha quedado la casa después de cada terremoto.
“Yo pago contribuciones y jamás nadie se ha venido a preocupar en qué estado está la casa y más encima yo tengo que recibir a la gente que la viene ver. Han querido que les facilite el segundo piso para hacer algo cultural, pero el riesgo que corro es mucho si es que se llegara a incendiar”, reclamó Gloria Hernández.
Finalmente, declaró que gracias al aviso de venta que puso en el frontis se ha estado apurando el tranco por parte de las autoridades para lograr concretar la compra, pero subrayó que quien llegue con los 250 millones de pesos se la adjudicará de inmediato.
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