Un día 13 de Julio de 2012 lancé a la luz pública mi libro "MEMORIAS Historia social y afectiva en la vida de Ernesto Iglesias Cortes"; con Prólogo de Don Patricio Aylwin. Fue en ese amable y gentil gesto que pude sentir personalmente su amistad y calidez. Más aún cuando con anterioridad lo visité en su estudio, para entregarle un ejemplar e invitarlo a ser parte de la próxima “Ceremonia de lanzamiento” en la Casa de la Cultura; invitación a la cual inmediatamente accedió a venir, manifestando el gran afecto y admiración que sentía por Ernesto (mi papá).
Fue entonces que Don Patricio viajó a Los Andes con su protocolar escolta y guardia civil; era un día Jueves de Julio, mes aniversario de la ciudad, y en el que providencialmente nos acompañó el clima, pues brillaba el sol desde temprano, como en aquel himno de esperanza de antiguos tiempos“...brilla el sol de nuestras juventudes.. la noche muere en el ayer…
Fue un día intenso. A media mañana recibía un llamado de Orieta, su secretaria, para informarme que la comitiva acababa de salir de Santiago. Puesto que yo debía coordinar su arribo, me comuniqué con el entonces secretario municipal Luis Rojas,(q.e.p.d.) quien se fue inmediatamente a la Casa de la Cultura e hizo la veces de anfitrión, recibiéndole cordialmente a su llegada y luego mostrándole algo de sus dependencias e historia.
Una vez iniciado el acto en el salón de eventos; en la mesa de presentación nos ubicamos el Concejal Eduardo Araya, quien hizo una sólida presentación del libro Memorias, el Alcalde M. Navarro quien dirigió algunas palabras y yo con mi relato y diaporama. Don Patricio en las primeras filas del público asistente seguía con interés cada momento. Fue un emotivo acto en donde improvisadamente se le pidió a Don Patricio que nos dijera algunas palabras, a lo cual sorprendido accedió con mucha naturalidad expresando que había sentido “de corazón…:” que él tenía que estar allí ese día y expresar su admiración…
Con gratitud le hice entrega de un presente que consistió en música de Johan Sebastián Bach;.. en la intención de unidad con una armonía esencial de almas bondadosas sencillas y justas, más allá de cualquier ideología. Son momentos que atesoro en el castillo de lo inefable…ese lugar interior en el que el tiempo arma bellas esculturas con nuestro más finos sentimientos…
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