La moral corriente ha encerrado al suicidio entre la rebeldía y la renuncia, pero no es otra cosa, que el modo en que el drama ha psicologizado la tragedia.
Muchos trabajos y teorías existen sobre el suicidio. Diversas disciplinas, concepciones y modelos ideológicos han tratado de leer este acto.
La historia y su “actitud” ante el suicidio han variado.
En Roma el suicidio era permitido y algunos filósofos como Séneca lo comprendían como lo más sublime del ejercicio de la libertad. Para San Agustín filosofo y teólogo fecundo del cristianismo era un pecado.
El suicidio ha acompañado a la humanidad y sin dudas en su análisis más profundo debe poseer una lectura ética y moral desde el “debate” de la vida y la muerte.
Sócrates, Cleopatra, Séneca, Aníbal, Salgari, Hemingway, Tchaivskovsky, Van Gogh quedaron registrados en la historia suicida.
Muchas disciplinas han tratado de acercarse a la comprensión de la decisión desde la cultura, la sociedad y el individuo como lo hace Emile Durkhein y sus tipos suicidas. (Altruistas – Anomicos)
El suicidio hoy se avizora como una de las principales causas de muerte en el mundo moderno. Solo en Enero nuestro Valle de Aconcagua, ya tiene 5 suicidios según lo informan los periódicos. Desde una anciano de 68 años a un niño de 11.
Actualmente el suicidio es considerado y estudiado desde un punto de vista más psicológico y psiquiátrico. Se intenta comprender desde el psiquismo.
“El enigma suicida” para muchos posee una relación directa y determinista entre depresión y suicidio, sin embargo no todos los depresivos se suicidan.
No podre resolver esta cuestión en estas líneas, sin embargo el psiquismo y la vida se quiebra, se cae, se rompe y acaba con la muerte real. Freud postula este impulso “que pulsa” agresión hacia el mundo interno, a la destrucción y el aniquilamiento total.
El origen múltiple. Las causas variadas. “Se afecta el afecto” y comienza la caída al abismo sin retorno. Es entonces cuando debe aparecer a tiempo un dispositivo palabra un cuerpo que sujete, que de “algo” de estructura.
“Que aparezca la luz en la oscuridad”.
Para eso importante estar atento. Leer las miradas, las palabras, los afectos, este “ser en el mundo” de Heidegger.
Es estar viendo las pistas emocionales del otro, es la conexión.
Por ahí están las claves para “prevenir” y surcar un nuevo rumbo de apoyo y comprensión, de psicoterapia de palabras al dolor, fármacos de descanso vital y el sublime amor de aquellos que se aferran a la vida.
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