El Partido Socialista de Chile ha cumplido 79 años de vida. Se fundó el 19 de abril de 1933. Los efectos de la primera guerra mundial, la gran crisis económica del capitalismo de 1929 y la falta de legitimidad del liberalismo oligárquico de la democracia restringida de esos años, reforzaba la necesidad de una transformación estructural de la sociedad. Lo anterior decantó en la efímera experiencia de la República Socialista de 1932, debida a la crisis en que estaba sumido el país.
Luego de ese proceso, los cuatro grupos socialistas que en la época participaban aisladamente en la construcción del socialismo chileno, se reúnen y conforman el PS. Desde siempre el Partido Socialista ha mantenido una vocación democrática, popular y latinoamericanista, propugnando la autodeterminación de los pueblos del continente, como la construcción de una sociedad más justa y solidaria. Los partidos de la izquierda chilena, siempre tuvieron la vocación de participar en la esfera de la democracia representativa, haciendo grandes aportes a la sociedad, la política y la cultura, ampliando la participación política y electoral de los ciudadanos del país.
Salvador Allende, Clodomiro Almeyda, Eugenio González, Michelle Bachelet, entre muchos otros, son algunos de sus cuadros históricos y políticos más connotados, representantes de una tradición política de largo aliento.
En Los Andes, Luis Muñoz, alcalde, y el Diputado Osorio, han sido algunos de sus miembros más destacados antes de 1973.
El PS fue uno de los partidos más afectados por el Golpe de Estado y la Dictadura, con detenidos desaparecidos, asesinados, torturados, exiliados y exonerados políticos. Sin embargo, el PS se rearticuló para seguir luchando contra el régimen dictatorial, y construir un frente para la recuperación de la democracia.
En los 20 años de la Concertación, el PS fue un pilar estratégico en la construcción democrática y en la elaboración de políticas públicas y sociales para favorecer a las grandes mayorías del país.
La Presidenta Bachellet, haciéndose cargo de su tradición socialista, propulsó un gobierno ciudadano, de igualdad de género, de protección social, de participación democrática y apertura cultural, calando hondo en el alma de los chilenos y chilenas que vieron en ella una mujer que se la jugaba por una sociedad mejor.
El socialismo chileno, más allá de sus históricas disputas internas, sigue representando un ideario popular, democrático, ciudadano, que se hace eco en un pueblo chileno de cultura socialista, que sigue pugnando por la transformación social y la constitución de una sociedad más justa para todos y todas.
|