En estos tiempos difíciles donde el trabajo informal y precarización del trabajo en general, se ha visto fuertemente asolado por la crisis sanitaria y también económica, se suma el abandono sistemático del gobierno de derecha de Sebastián Piñera.
La falta de regulación, la invisibilización de las reales condiciones labores, la falta de representación sindical que se deriva del aniquilamiento y desmembramiento de los sindicatos en la dictadura, dejan a la deriva a todos y todas las trabajadoras de nuestros campos, quienes año a año, labran con sudor y sangre nuestras tierras.
El mal manejo de la pandemia y la falta de políticas públicas y beneficios sociales, hacen que en los momentos más complejos de la pandemia, en donde hemos alcanzado cifras record de contagios y muertes, las y los temporeros deban seguir exponiéndose, debido a la falta de respuestas que no llegan al campo chileno, sumando a esto, la discriminación por parte del empleador, y agudizada en las trabajadoras mujeres, migrantes y personas con capacidades diferentes, hacen de esta situación, un problema social mucho más profundo.
Estando ad portas de otro primero de mayo, y con la mirada puesta en caída de un gobierno indolente, que juega día a día con el hambre de las personas, y que utiliza mecanismos como el Tribunal Constitucional (el cual también le dio la espalda) para no apoyar y ayudar a nuestros trabajadores y trabajadoras, hacemos un llamado a paralizarnos este 30 de abril. Hacemos un llamado al campo a paralizarse, a movilizarse y mostrarle a todos y todas los que no los miran y observan, que cuando ellos y ellas se detienen, todo nuestro país se paraliza.
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