LOS ANDES (15/07/2019).- En dos importantes sectores de la comuna: Río Blanco y Alto Aconcagua, mujeres de Los Andes dieron vida al taller “Mujeres Andinas Cambiemos Nuestra Historia – TransformArte / EmpoderArte”. Durante un periodo de dos meses, desarrollaron actividades de autoayuda, recuperación de la autoestima, herramientas para resolución de conflictos y un proceso creativo – artístico que permitiera realzar el bienestar físico, mental y emocional en las participantes.
La iniciativa surge de la Oficina Municipal de la Mujer en diálogo con las vecinas de los mencionados sectores, expresando la necesidad real de contar con herramientas que les permitieran fortalecer sus aptitudes para desenvolverse de manera diferente en la vida.
Pamela Farías, encargada de la Oficina Municipal de la Mujer explicó que se realizaron diversos módulos donde se trabajó en temas como la identidad, el arte de aceptarse a sí misma, construir confianzas, generar vínculos con el otro, sexualidad y placer, géneros y estereotipos. También se contó con profesionales del Centro de la Mujer de la Gobernación de Los Andes y Carabineros de Chile con su área comunitaria, interviniendo con charlas educativas para abordar entre otros temas, la violencia intrafamiliar.
Luego de conversar cada temática, las participantes fueron guiadas para plasmar en un textil sus emociones, sentimientos, sueños y recuerdos. Descubriendo con la práctica del bordado grandes habilidades para reflejar parte de sus vidas y sus historias, tratando de dejar atrás tristezas, penas, desencuentros y malos momentos.
Gianella Larrondo, Presidenta de la Junta de Vecinos de Río Blanco declaró: “Este taller nos sensibilizó, fuimos capaces de encontrar nuestros logros en la vida, cosas que uno ve como cotidianas, pero en realidad son éxitos como mujeres. Nos emociona hablar de nuestro taller, acá están las vidas nuestras en cada uno de estos trabajos”.
María Poblete tiene 26 años, hace dos años llegó a vivir a Río Blanco: “Fue una experiencia fantástica porque nos unió como comunidad ya que muchas de nosotros no nos conocíamos. Sacamos vivencias que teníamos adentro y crecer como mujeres”. María bordó un árbol: “Para mí representa la pureza y la nobleza de la gente. Puse la frase ‘en tus manos está la felicidad’, porque para mí lo más importante en este mundo es que las personas podamos ser felices”.
Juana Rives, vecina de Alto Aconcagua dijo sobre su experiencia: “Aprendí mucho de las compañeras y la gente con quien conversé. Compartí con personas de mi misma edad, con los mismos problemas que uno, eso me sirvió harto y también para salir un poco de la rutina”. En tanto Norma Bucarey, vecina de Alto Aconcagua agregó: “Fue bueno porque nos desahogamos de todo lo que antes no se podía hablar. Hay que apoyar a las amigas y seguir adelante”.
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