El proyecto de ley, que el gobierno decidió enviar respecto a la admisión escolar es para “remediar los errores del sistema actual y cambiar el azar por el mérito”, ese simple planteamiento posiciona inmediatamente al mérito como concepto de justicia para la admisión escolar.
¿Es el mérito un criterio de admisión justa?
La reforma educacional que está en marcha, estableció el fin de la selección, no porque esta sea negativa per se. Uno de los argumentos establecidos tiene relación con la desigualdad e inequidad que reflejan los datos nacionales, por lo tanto, el factor selección afecta la calidad. Sin embargo, en el proyecto que se está impulsando no hay argumentos respecto a la calidad de la educación, que es la discusión de fondo.
En un artículo de La Tercera en enero de este año, se establecen argumentos a favor y en contra del proyecto. Por un lado, destaca, por ejemplo, que Japón lidera un ranking de los países que utilizan la selección por mérito para la admisión escolar. En ese ranking también aparece Holanda. Es interesante el dato de que dos países desarrollados y líderes en diversos ámbitos tengan este criterio.
Sin embargo, los datos de desigualdad que ambos países presentan de acuerdo al índice de Gini señalan que Japón tiene un índice de 0.34 y Holanda de 0.28. Antecedentes que los ponen dentro de los países menos desiguales de la OCDE. Si observamos, en cambio, los datos de Chile, nos encontramos con un índice de 0.45, ubicándonos como el 4to país más desigual de listado OCDE. ¿Es posible, entonces, señalar que estos países son referentes para hacer un cambio radical a una política que se había estudiado desde una mirada técnica? ¿No será que estos países ejecutaron políticas públicas para disminuir la desigualdad antes de instalar el mérito como criterio de selección?
Se puede contra-argumentar señalando que tenemos que estar en las grandes ligas, hay que compararse con ese tipo de países. Es un desafío interesante, pero ¿qué tal si miramos a Finlandia o más cercano incluso, España? Ambos países tienen un 79 y 81% respectivamente, de estudiantes que nunca ha sido seleccionado y sus índices de Gini son 0.26 y 0.34, respectivamente. Sumemos otro dato, la revista Forbes hizo un ranking de los 11 mejores sistemas educativos del mundo, en el noveno lugar empatan 3 países, uno de ellos es Japón. Finlandia, en cambio, donde el 79% de sus estudiantes nunca ha sido seleccionado y que sólo tiene una prueba obligatoria en toda la trayectoria escolar está en el primer lugar ¿Qué tal compararnos en estas ligas?
Al parecer la discusión ha pasado al plano ideológico, la selección a través del mérito, son criterios validados por un grupo de nuestra sociedad que considera que esto es lo adecuado. Sin embargo, por lo relevante de esta temática es importante no dejar en segundo plano la mirada técnica. La selección, cualquiera sea su criterio, afecta la calidad.
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